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De la mano de la Fundación Puerto de Cartagena, operadora de las actividades de responsabilidad social de Contecar y Sociedad Portuaria de Cartagena, 25 artesanos de siete zonas vulnerables de la ciudad, avanzan en la conquista de mercados no solo regional y nacional sino internacional.
Todo ello, lo han logrado gracias a su perseverancia, ganas de trabajar, de triunfar y siempre dispuestos a recibir las capacitaciones necesarias para elaborar productos de excelente calidad y de exportación.
Así lo expresan cada uno de ellos, que habitan en los barrios El Zapatero, San Isidro parte baja, Ceballos, Santa Clara, Nuevo Oriente, Albornoz y el sector Colonias en el barrio Manga.
Estas comunidades convergen en los alrededores de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena en el barrio Manga y Contecar en Ceballos.
El programa nació en el 2005 y desde ese año, han beneficiado a decenas de ellos con capacitación, fortalecimiento empresarial, calidad en la producción, cómo potencializar sus productos, lo cual les ha permitido abrirse paso y consolidar poco a poco sus emprendimientos.
El programa hace parte de una estrategia de responsabilidad social empresarial que impacta de manera directa a estas comunidades vulnerables de Cartagena.
Con la Fundación Farex, se inició un proceso de fortalecimiento desde diferentes aspectos: cómo idear sus procesos de negocios, cómo establecer su marca personal y ya todos ellos, están registrados ante la Cámara de Comercio de Cartagena, con lo cual formalizaron su unidad productiva.
Hoy se sienten orgullosos y contentos, porque por primera vez sus productos fueron exhibidos en un stand que les facilitó la Fundación Puerto de Cartagena en la Feria Farex, que congregó a expositores nacionales e internacionales y en donde lograron importantes ventas y además lograron hacer contactos con compradores de diversas partes del país.
Alba Galindo Puello, artesana beneficiaria, residente en el barrio Albornoz afirma que tenía el arte y la habilidad para tejer, Dios le dio la oportunidad de ponerlo en práctica y la Fundación Puerto de Cartagena la capacitó para mejorar las técnicas y fortalecer su idea de negocios, al igual que el de sus compañeras.
Fracpany, sigla de los nombres de sus tres hijas, que nació como una idea para tejerle a sus hijas, hoy se consolida como una iniciativa empresarial innovadora en la elaboración de bolsos wayuu, faldas tejidas y vestidos de baño.
Han recibido capacitaciones de parte de la reconocida empresaria Chica Morales, las han visitado las diseñadoras Natalia Marrugo y Paola Cadavid, y sus productos no solo son ofrecidos a nivel local y nacional sino internacional.
Destacan también que El Grupo Puerto de Cartagena de manera constante les hace pedidos para entregar regalos a sus proveedores y trabajadores.
Todos ellos han sido capacitados en manejo de marketing digital y redes sociales, lo cual le ayuda muchísimo a promocionar sus productos y concertar muchos pedidos además de exhibirlos de manera constante.
Dice que su esposo, Jorge Luis Méndez Meza, es su gran aliado ya que cualquier idea de negocio que ella tenga, él siempre la apoya.
Otra de las artesanas que expresa su emoción es Ana Maturana Escandón, del barrio San Isidro parte baja, quien inicialmente realizaba manualidades, pero en la fundación le hicieron caer en cuenta de la importancia de las artesanías.
Bajo el nombre de Matú Artesanías, realizaba trabajos manuales, maquetas, carteleras, recordatorios para fiestas, cuadernos forrados en fomy y diversas variedades.
Hoy gracias a las formaciones recibidas trabaja además de las artesanías, en bisutería, collares, accesorios, individuales, portalápices en escama de pescado, set de baño para colocar los cepillos, toalla y papel higiénico, cofre con cartón reciclado, palos de escoba, cabuyas y fique y la técnica de embarrilado.
