El regalo para Alisson

Por: Bernardo Romero Parra

Allison recibe en sus manitos un racimo de uvas y con una sonrisa dice; gracias, y yo le respondo, de nada, se va y luego regresa preguntando: ¿cómo estás abuelo, qué haces? Y sigue interrogándome con su lenguaje de niña que hoy 28 de abril, llega a sus primeros tres años de vida. Como ella toda nuestra niñez viene al mundo con un potencial extraordinario para la superación, pero su desarrollo depende de la orientación básica en modales, valores y principios en los primeros años de vida, la cual inician los padres en el hogar y se consolida en instituciones escolares.

Con la pandemia actual estas afirmaciones cobran relevancia por las prácticas de formación virtual que se deben implementar al cumplir con las normas de bioseguridad, donde los padres de familia deben asumir un acompañamiento más efectivo a sus hijos que asegure buen rendimiento en el proceso de aprendizaje. Por esa razón es hora de revisar en Cartagena qué están enseñando los padres a sus hijos, qué costumbres perjudiciales practican frente a los niños, y en general analizar si la formación que hoy le estamos entregando en la casa a la infancia es la más adecuada. ¿Qué reglas de conducta enseñamos? ¿Les damos ejemplo de respetar a los demás, en especial a los adultos mayores? ¿A ser honestos, solidarios y justos? ¿Sembramos en ellos el amor por la ciudad nativa?

Nuestra cultura caribe y multirracial va más allá del folclor y por el contrario en vez de mantener a la población sumida en la miseria entre otras causas al desmesurado festín y el alcohol, debe hacernos trascender en las esferas de la superación humana, por eso el buen cultivo que hagamos en la primera infancia será augurio de una abundante cosecha. Qué tal si hacemos un pare en familia, apartamos la palabra soez, nos dedicamos en la casa a tratarnos bonito, y nos decimos: Buenos días, gracias, de nada, un permiso, siga usted, hágame el favor, tenga la bondad, ¿Cómo estás? Lo que indiscutiblemente es la mejor manera de educar a los niños con el ejemplo.

Los boxeadores que triunfan son los que tienen mejores entrenadores y estrategas, lo que se les llama “esquina” y en la vida, quienes tienen mayores probabilidades de salir adelante, son los seres que cuentan con el respaldo y orientación de unos padres, de una familia, esa es la “esquina” que necesitan nuestros niños para que un día alcancen su realización personal. Solos no pueden, por eso el más grande regalo que podemos dar a la niñez, es el amor y respaldo incondicional de una buena esquina. Dios bendiga la vida de Allison y todos los niños de Cartagena.

*P.U. Comunicación Social Periodismo. Especialista en Formación de Formadores.