La Secretaria General de la Alcaldía de Cartagena Diana Martínez berrocal, rompió hoy su silencio tras conocer la orden de suspensión de su cargo por parte de la Contraloría Distrital, dentro del investigación por un posible detrimento patrimonial por la contratación de la Primera Dama Cinthya Amador.
Dijo que es una gran paradoja, que esta ciudad, que ha sido saqueada durante muchos años sin misericordia, y con el silencio cómplice de los órganos de control, hoy se pida la suspensión de la Secretaria General por haber hecho los estudios previos de un contrato de prestación de servicios, en el cual, no fui yo la que seleccionó a la contratista, no soy la jefa, no soy la supervisora y tampoco soy la pagadora de ese contrato. Por lo tanto, la decisión de la Contraloría carece de fundamento jurídico y factico, ya que no existe ninguna evidencia material que demuestre o permita presumir que yo pueda obstaculizar la investigación en curso.
Añadió que todo eso tiene un trasfondo, y es que no he accedido a las presiones políticas, a los intentos de soborno y a las propuestas extorsivas.
El siguiente es el comunicado oficial que expidió la funcionaria:
Cartagena de Indias, D. T. y C, 11 de octubre de 2020 Antes de ser servidora pública, he sido una mujer luchadora de las causas sociales de mi ciudad, mis posturas públicas me preceden. Hoy, como servidora pública, un inmutable código de valores éticos y morales ha guiado todas mis actuaciones, en la misma sintonía de las banderas del alcalde, William Dau, el Tractor incorruptible de Cartagena, que con su triunfo político marcó un hito al romper con las costumbres clientelistas del poder. Nunca me he enriquecido de la administración pública. Soy una cartagenera de clase media, educada en la universidad pública y que se ha atrevido a opinar y a promover procesos de transformación social y política encaminados a devolver el poder a los cartageneros de a pie y a los excluidos de las decisiones públicas.
Por eso, y por ser diferente a los mismos corruptos de siempre, hoy huérfanos de contratos y burocracia, me persiguen y atacan con mentiras, calumnias e injurias que buscan destruirme y acabar con el gobierno elegido por los cartageneros. Por lo tanto, no me sorprende la avalancha de ataques que he recibido y que seguramente seguiré recibiendo. Pues es apenas obvio en un gobierno disruptivo como este.
Desde mi llegada al cargo, todos han sido testigos como desde diferentes frentes he sido víctima de ataques políticos y personales, a través de redes sociales; con publicaciones sin ningún tipo de sustento, malintencionadas, con montajes burdos, buscando vulnerar mi buen nombre y mi honra. A pesar de eso, la ciudad ha visto en mí una servidora pública que no se ha dejado distraer por estas persecuciones. Pues he seguido trabajando de manera incansable por Cartagena, sin detenerme en provocaciones.
Siempre he sido respetuosa del Estado de Derecho y de las decisiones de los organismos de control, y al mismo tiempo soy consciente de que, como funcionaria soy sujeto de vigilancia y control de estos. Sin embargo, para este caso puntual, lamentablemente debo manifestar que soy víctima de un acoso sin precedentes en la ciudad. El Contralor Distrital ha exigido que me suspendan del cargo, porque en “su buen saber y conciencia”, sin existir ninguna evidencia material, considera que yo pueda obstaculizar su investigación.
Es una gran paradoja, que esta ciudad, que ha sido saqueada durante muchos años sin misericordia, y con el silencio cómplice de los órganos de control, hoy se pida la suspensión de la Secretaria General por haber hecho los estudios previos de un contrato de prestación de servicios, en el cual, no fui yo la que seleccionó a la contratista, no soy la jefa, no soy la supervisora y tampoco soy la pagadora de ese contrato. Por lo tanto, la decisión de la Contraloría carece de fundamento jurídico y factico, ya que no existe ninguna evidencia material que demuestre o permita presumir que yo pueda obstaculizar la investigación en curso.
Pero todo eso tiene un trasfondo, y es que no he accedido a las presiones políticas, a los intentos de soborno y a las propuestas extorsivas. Y los ataques no cesan, porque además de esta injusta decisión, es un secreto a voces que en el seno del honorable Concejo Distrital se gesta en mí contra una Moción de Censura. Recibí hace poco una proposición de más de 60 preguntas, firmada por los mismos concejales que respaldan al Contralor y con tres días perentorios para responder, negándoseme el derecho a una prorroga dado el volumen de la información solicitada, más de 2.500 folios. Lo que parece más un juicio personal, esculcándome hasta el último rincón de mi gestión; ojala siempre hubiesen actuado con ese eficiente control político, le hubieran evitado tanto daño a la ciudad.
A los que han visto mi entrega, dedicación y tono conciliador con el que he manejado las responsabilidades y obligaciones de mi cargo, así como las decisiones que se han tomado en la Administración a la que hago parte, y a todos los cartageneros y cartageneras, les pido su apoyo y respaldo. Esto no se trata de mí, esto hace parte de un plan sistemático y muy bien calculado para desestabilizar al gabinete y debilitar al Alcalde, buscando acabar con el gobierno de “Salvemos Juntos a Cartagena”. Y quizá, por lo que mis detractores me escriben sin pudor, gestar unas elecciones atípicas o un encargo que le devuelva el poder a los mismos de siempre.
Al señor Contralor Fredy Quintero, quien fue mi alumno en Derecho, quiero decirle que recuerde lo que le enseñé: “La ética, el derecho y la justicia, son inseparables, y no se negocian con nada”.
Para finalizar, quiero decirles a todos los que me han manifestado su apoyo, que esto no será lo que me va a derrumbar, mi compromiso y amor por Cartagena es mucho mayor. Y a los que creen que me debilitan con sus persecuciones, sepan que esto, lo que me da es más fuerza para seguir. Y si este es el precio que debo pagar por servirle a la ciudad y cuidar los dineros públicos con integridad y ética, lo afrontaré con valentía. A mí me cobran por NO entregar el presupuesto público a los corruptos huérfanos del poder. Pero quiero que les quede claro: ¡QUE NO VOY A CEDER! No reparto contratos, ni burocracia, ni recibo las coimas que me han ofrecido, ni nada de nada. ¡Los que me conocen saben que soy una persona incorruptible!
Aprovecho para darles las gracias a los ciudadanos, no solo a los que viven en Cartagena, sino en otras partes del país que me han manifestado su apoyo en las redes sociales. Vamos a dar la pelea hasta el final, y así seguiremos cumpliéndole a la ciudad.
¡Porque JUNTOS salvaremos a Cartagena!
DIANA MARTÍNEZ BERROCAL