Turbaco y sus tradicionales fritos tendrán un espacio en el Festival que se celebra en la ciudad de Cartagena en el marco de las fiestas en honor a la Virgen de La Candelaria a partir del próximo 26 de enero. El puesto que será reconocido como “Fritos de Turbaco” en donde los habitantes del municipio podrán degustar de estos manjares.
“Estaremos sin duda visitando nuestro punto en el Festival y respaldando este importante oficio. Los fritos de Turbaco tienen una gran tradición en el departamento y marcaron nuestra historia”, precisó la alcaldesa Claudia Espinosa.
El trabajo mancomunado de Icultur con la Secretaría de Cultura Municipal de Turbaco logran fusionarse este año con el fin de que Turbaco haga presencia en este importante evento donde se resaltará la labor desempeñada por más sesenta años de la matrona turbaquera Mercedes Pájaro Castellón.
Es de resaltar que durante varios años los cartageneros se desplazaban a la plaza del municipio de Turbaco a disfrutar de los fritos acompañados de los tradicionales jugos de frutas. Hay muchas anécdotas e historias detrás de la historia y la tradición de irse a comer un frito en la plaza de Turbaco y haber tenido el honor de ser atendidos por doña Merce. Hoy la secretaria de cultura con la venia de la alcaldesa tendrá la dicha de resaltarlo en uno de los eventos más esperados por los bolivarenses » el festival del frito.
UNA ´JOYA´ LLAMADA MERCEDES PÁJARO
A sus 97 años Mercedes Pájaro es una de las matronas del frito en Turbaco. Su legado lo obtuvo de su madre, Manuela Castellón. Era apenas una niña y ser la mayor de nueve hermanos la llevó a convertirse en la mano derecha de su progenitora. Las labores domésticas y las responsabilidades del trabajo se convirtieron en su quehacer diario.
La tradición de los fritos la adquiere luego de que su madre se viera obligada a empeñar unas joyas y con el dinero tener el plante para comenzar un negocio que no se ha detenido y que se ha convertido en toda una tradición familiar.
Con mucho esfuerzo logro construir su casita y sacar a sus dos hijos adelante y apoyar a toda la familia, que, en su mayoría, trabajaban con ella en ciertos periodos para ayudarse. Cuando realizaron el primer festival del frito en Turbaco, Mercedes fue la ganadora; después de esto se convertiría en invitada de honor al evento, y así mismo, le han otorgado varios reconocimientos por parte de la administración municipal de Turbaco por su gran labor y aporte a la gastronomía turbaquera.
Sin duda alguna, su historia de superación es de admirar. Son miles de anécdotas en la plaza de Turbaco y su esfuerzo para sacar a sus hijos y familia adelante es de quitarse el sombrero. Hoy por hoy sigue siendo una persona saludable, feliz, que en esta vida se ganó el sustento diario con sus manos, con el mayor esfuerzo, siempre con su amabilidad, transparencia y ternura característica. Su perseverancia y entrega son ejemplo para todos y esa sonrisa amable con la que atendía a sus clientes jamás se borrará de las memorias de los turbaqueros.
