12 internas de Cárcel de Mujeres recibieron Diplomado en Violencia de Género

Cartagena de Indias, D. T. y C., 06 de diciembre de 2021 – Bajo la premisa de que toda persona tiene derecho a educación, 12 internas privadas de la libertad en la Cárcel Distrital de Mujeres recibieron grado del Diplomado en Violencia de Genero, esto, en el marco de los programas de formación direccionados a la resocialización de sus mujeres privadas de la libertad.

“Celebramos con profundo respeto y gran admiración el grado de estas mujeres en condición de privación de libertad, que son hoy clara muestra de que la resocialización si es una realidad posible, y es el verdadero camino para transitar dentro y fuera de los ambientes penitenciarios”, expresó Mercedes García Escallón, directora de la Cárcel Distrital de Mujeres.

García Escallón explica que evidenció la urgencia de formar y abrir poco a poco espacios que permitieran hablar sobre la violencia de género en el centro penitenciario.

“Tocamos las puertas de diferentes entidades del Distrito y entidades no gubernamentales para coordinar junto con ellas un espacio formativo en esa dirección, fue así como se gestó el Diplomado en Violencia de Genero, que, junto a la Escuela de Gobierno, La Corporación Caribe Afirmativo y el colectivo de Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) lo hicieron posible”, asegura.

También recibieron grado de Bachiller

Dentro de los programas de formación, 2 mujeres internas privadas de la libertad obtuvieron su grado de bachiller, gracias a la gestión de la administración de la cárcel Distrital y al programa de Extensión Comunitaria de la Institución Educativa Valores Unidos.

“Este es nuestro segundo año. Llevamos a 3 mujeres privadas de la libertad a culminar sus estudios de secundaria. Y no solo eso, con la institución estamos exaltando la perseverancia, el interés y la voluntad de un grupo de 9 internas que culminan, también su ciclo de básica primaria”, manifestó la Directora.

Estas mujeres hoy son ejemplo de resiliencia y determinación, pues, se atrevieron a soñar y apostar a la educación como el camino, viendo una escuela en la cárcel distrital y la posibilidad de continuar tejiendo redes en la educación no formal y en todas las diversas apuestas realizadas, cuyo propósito es transformar la realidad y hacer posible otra para todos.