A su vez, aseguró que se requiere el doble de inversión para continuar las labores en la zona, no habría garantía de los trabajos considerando que el fenómeno de ‘La Niña’ intensifica aún más el segundo periodo de lluvias, aumentando el caudal del río Cauca dificultando cualquier intervención que se realice, por lo anterior, el cierre del boquete en ‘Cara de Gato’ no se podría concretar con estas condiciones.
“En la actualidad, los recursos invertidos se los llevo el río y los que se inviertan, también se perderían. La realidad es que hay que ordenar el territorio alrededor del agua, es la única opción considerando los escenarios de cambio climático», acotó Pava Sánchez.
Ante el panorama, el ingeniero también manifestó que desde el año pasado se vienen creando falsas expectativas a las comunidades, dado que los trabajos en la zona no han permitido un avance. A hoy, el boquete mide 2.2 kilómetros y sólo se avanzó en 400 metros significativos.
“La realidad es que debemos asumir de manera responsable las condiciones para seguir invirtiendo recursos, estas obras tal y como están planteadas no dan una solución definitiva a las comunidades. La solución que le dieron al territorio en el sentido que se puede cerrar ‘Cara de Gato’ durante todo este año, no es cierto, a las comunidades se les ha mentido desde el año pasado”, añadió el director de la UNGRD.
Aunado a lo anterior, Pava Sánchez convocó a un Puesto de Mando Unificado (PMU) en los próximos días con los mandatarios locales y los regionales con el objetivo de iniciar un plan de acción para reubicar a las comunidades afectadas a zonas secas que les permita iniciar una actividad productiva.
“Nuestra prioridad será salvar el mayor número de vidas. Nos enfocaremos en la relocalización de las comunidades a sitios secos en donde empiecen acciones productivas para que se dinamice y se reactiven económicamente”, señaló el funcionario.
Finalmente, desde un enfoque social, en cabeza del director de la UNGRD se iniciarán planes concretos y reales para la comunidad, siendo pilar fundamental la relocalización de las comunidades a zonas secas donde puedan resignificar sus actividades económicas y solventar las pérdidas que vienen asumiendo desde hace más de un año.