Cartagena se adapta al cambio climático

Cartagena está adoptando medidas decisivas para enfrentar el desafío del cambio climático a través del Plan de Desarrollo, así quedó evidenciado durante el estudio, por parte del Concejo Distrital, de la línea estratégica 4: «Ciudad conectada y sostenible», diseñada para asegurar la protección de los recursos naturales.

Esta estrategia propulsa a Cartagena hacia un futuro más verde y conectado, priorizando el equilibrio ecológico y la adaptación climática. En consonancia con el Plan de Desarrollo Nacional 2022-2026 ‘Colombia: Potencia Mundial de la Vida’, Cartagena se compromete a salvaguardar su entorno natural, haciendo hincapié en el ordenamiento territorial en torno al agua y la preservación de su Estructura Ecológica Principal (EEP).

Entre los planes más destacados se incluyen la creación de seis grandes parques con criterios de adaptación al cambio climático, la plantación masiva de trescientos mil árboles en áreas urbanas y rurales, y la restauración de ocho hectáreas de terrenos degradados. Además, se implementarán programas de educación ambiental para involucrar a la comunidad en la protección de su entorno.

Con su visión de ciudad sostenible y conectada, Cartagena aspira a integrarse en la economía global, fomentar el turismo sostenible y diversificar sus industrias. Sin embargo, este impulso hacia el progreso debe ir de la mano de una sólida sostenibilidad social, económica, ambiental y territorial.

Se destaca la prioridad de proteger a los grupos vulnerables y marginados, promoviendo la participación activa de las mujeres en proyectos de desarrollo sostenible y adoptando prácticas sostenibles en la agricultura y la gestión de residuos.

En cuanto a la protección costera, se reconoce su papel crucial como primera línea de defensa contra los embates del cambio climático. Se intensificarán los esfuerzos para revisar y fortalecer el macroproyecto de Protección Costera de Cartagena en colaboración con el Gobierno Nacional.

Con determinación y visión, Cartagena se erige como un faro de esperanza en la lucha contra el cambio climático.