El Secretariado Nacional de Pastoral Social/ Cáritas colombiana, frente a la situación que hoy experimentan las comunidades de los ríos San Juan, y Cajón, y la carretera Novita en el departamento del Chocó por el paro armado indefinido por el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, del ELN, y ante la situación que se vive en todo el departamento por la presencia de actores armados no estatales, en permanente confrontación, queremos expresar:
1. A las comunidades afectadas por este paro armado ilegal, toda nuestra solidaridad frente al control territorial que ejercen quienes no honran ni la vida ni animan la esperanza, del territorio al que dicen defender y apoyar. Mantengamos la convicción que la vida ha de ser respetada; que las comunidades no pueden ser confinadas; que la confrontación bélica debe parar y que las hostilidades deben cesar.
2. A los hombres y mujeres de esta tierra, bendecida abundantemente por la Providencia de Dios, los invitamos a hacer un profundo examen de conciencia que muestre la ruta que deben andar juntos los ciudadanos responsables. No son pocos los hermanos que aún viven en pobreza, miseria y exclusión. Ellos todavía esperan de sus líderes y organizaciones un compromiso firme y perseverante por la justicia y la solidaridad.
3. Al frente de guerra del ELN como al Clan del Golfo (Autodefensas Gaitanistas), les decimos que todo lo que se alcanza por la fuerza y por las amenazas, permanece hasta cuando duran las fuerzas y las amenazas; y que, si es un abuso de poder que un fuerte se aproveche de un débil y que un rico se aproveche de los pobres, también es un abuso de poder el que personas, y grupos armados, se aprovechen de personas desarmadas. Todos ustedes están destruyendo lo que dicen pretender construir. La guerra nunca ha sido solución. Sólo ha traído siempre males mayores.
4. A las Iglesias de Istmina Tadó y de Quibdó, queremos expresarles nuestra cercanía por cuanto están sufriendo y padeciendo. Las acompañamos en su servicio a la justicia y en su fuerte valentía profética. Sabemos que en miles de familias Chocoanas hay heridas abiertas y angustiosas por las detenciones, los reclutamientos, secuestros, desapariciones y suicidios de algunos jóvenes. Hoy, junto a ustedes, recordemos la dura experiencia de la Iglesia naciente que es también la experiencia del Pueblo de Dios que peregrina en el Chocó. Para ellos y para nosotros es importante la promesa de Jesús: “no tengan miedo: Yo he vencido el mundo”. (Juan 16, 33).
5. Al gobierno nacional como a la dirigencia del Chocó y la institucionalidad presente en el Departamento les recordamos que las crisis las superamos en espacios de diálogo con la participación de todos los sectores y actores. El diálogo es el camino para afrontar juntos, esta etapa, difícil y exigente, del departamento y la nación. Queremos pedirles, en esta hora, vuestra auténtica capacidad de liderazgo para ejercer, con nobleza, la vocación política, reconociendo con acierto la situación que se vive, alentando el compromiso y el empeño de todos y dejando de lado descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división. Acojan el sentir y el llamado del Papa Francisco que nos ha recodado: “La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo.” (Fratelli Tutti n. 178)
Bogotá, agosto 13 de 2024
Mons. Juan Carlos Barreto Padre Rafael Castillo Torres Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Padre Rafael Castillo Torres.
Director del SNPS/ CC