Hoy, culmina la segunda fase del proyecto denominado “Sembrando Paz en San Juan de Nepomuceno”, en el cual la Agencia de Renovación del Territorio actúo como articuladora entre la mujeres víctimas del conflicto y las organizaciones Coltabaco y Proterritorio; y que tenía como objetivo el desarrollo de oportunidades económicas, ambientales y sociales en el territorio.
En la primera intervención que se realizó en el territorio, la ART concentró sus funciones para servir de mediadora entre las mujeres víctimas del conflicto en San Juan de Nepomuceno, Coltabaco y Proterritorio, ya que uno de los criterios de la intervención era la articulación con la institucionalidad regional y nacional. Gracias a los buenos resultados que tuvo esta fase, la comunidad solicitó que las mismas entidades realizarán una segunda. Está, empezó en Noviembre del año 2017 y llegará a su cierre el dia 13 abril del 2018, con el objetivo de consolidar la paz y empoderar a las mujeres víctimas del conflicto.
La ART trabajó con 44 familias encabezadas por mujeres víctimas del conflicto del municipio de San Juan de Nepomuceno desde enero hasta junio de 2017, que se han ido transformando en pequeñas productoras y socias activas de la asociación “Asmuprosan”. El trabajo de articulación consistió en la caracterización de las familias de mujeres, el desarrollo de Talleres de restauración emocional, visitas domiciliarias de atención socioemocional y la consolidación del tejido social.
Como resultados de la intervención se mejoraron los ingresos de las familias de las participantes del proyecto, en un 60% aproximadamente, gracias a la cosecha y venta de los productos a los aliados comerciales, se implementó una estrategia para el uso y manejo del recurso hídrico con la entrega de 44 soluciones de agua individual para uso doméstico y productivo, se aumentó la disponibilidad de semilla y se afianzó la soberanía alimentaria con la entrega de especies como Pepino Cohombro, Berenjena, Tomate Chonto, Pimentón, Cebollín, Cilantro, Apio, Auyama y Maracuyá.
Gracias al cierre de la segunda fase, las beneficiarias lograron desarrollar la parte productiva y comercial en la línea de hortalizas y consolidar su capital social como organización, apropiándose de la toma de decisiones y proyectándose como alternativa de desarrollo en el Municipio. Además, se construyeron 40 Escuelas de Campo, beneficiando a la totalidad de las participantes y afianzando los conocimientos técnicos para llevar a cabo las labores productivas con el rigor técnico requerido.