Mujeres en reincorporación transforman estereotipos de género en el Caribe.
– En San Jacinto (Bolívar), apartadas de los estereotipos de los oficios, y lejos de las agujas e hilos con las que crecieron sus abuelas, ocho madres en proceso de reincorporación han transformado sus vidas a través de sus propios proyectos individuales de ganadería. Así lo demuestra Yolanda, madre de una niña de 5 años, y quien cuenta su historia de reconciliación avanzando hacia la Paz con Legalidad, a propósito de la celebración del Día de la Madre.
Cartagena D. T. y C. 10 de mayo de 2021. En San Jacinto (Bolívar), territorio de los Montes de María donde se dice que las madres enseñan a sus hijas desde pequeñas el oficio de la costura para tejer sus representativas hamacas llenas de bordados coloridos, el proceso de reincorporación ha dado un vuelco significativo entre quienes decidieron reescribir su propia historia y asumir otra forma de vivir en la legalidad.
Rodeadas del imponente verdor del cerro de Maco, apartadas de los estereotipos de género por los que tradicionalmente se han asociado ciertos oficios exclusivamente con los hombres, y lejos de las agujas e hilos con las que crecieron sus abuelas, ocho madres en proceso de reincorporación de San Jacinto han transformado sus vidas a través de sus propios proyectos individuales de ganadería.
Con el propósito de apostarles a las segundas oportunidades, ahora desde la legalidad y con el acompañamiento de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), en este Mes de las Madres relatan con voz propia cómo sus manos cambiaron la delicadeza de los bordados por el férreo trabajo de campo y los animales. Dicen sentirse orgullosas, en un proceso de crecimiento y aprendizaje constante, tal y como lo cuenta Yolanda*, quien recibió el desembolso de su proyecto productivo en octubre pasado.
“Lo mío viene de la sangre campesina. Mi papá estaba muy relacionado con la parte veterinaria. Nosotros nacimos en el campo y toda la vida me gustó. Ha sido una experiencia muy bonita. A pesar de que yo tengo una discapacidad, que es un problema en una pierna, no se me ha hecho difícil. Es algo que disfruto mucho, ahora que vivo tranquila, en mi proceso de reincorporación”, sostiene Yolanda, de 40 años, y madre de una niña de 5 años.
Ahora, sin temores y sin tener que esconderse, Yolanda disfruta a plenitud de su maternidad. Recoge los frutos de haber creído en la reconciliación y poder concebir a su hija, desde la legalidad, mientras el país daba un vuelco histórico para dejar en el pasado sus días de violencia. “Ser madre, sin duda, transformó mi vida. Es un hermoso regalo y disfruto todos los días. Años atrás, creo que quizá nos parecía imposible o muy difícil”, afirma.
Actualmente, en medio de su rol materno, también distribuye su tiempo entre su proyecto productivo. Tiene cinco cabezas de ganado. Una de ellas parió hace dos meses, y se ha encargado de todo el proceso de su cuidado. Asegura que se le mide casi a todo -desde las 5:00 de la mañana cuando se levanta- entre el cambio de alimentos, arreglo de corrales y demás quehaceres agropecuarios.
Sin embargo, dice entre risas, que lo único que le cede a su esposo es la labor de ordeñar las vacas. “Hago de todo, menos eso. Ahí sí le pido ayuda. Pero lo importante es que en este tiempo he aprendido todo lo de mi negocio: la leche que se produce a diario, horarios de trabajo y, principalmente, el proceso de producción de queso”, resalta.
Yolanda, además del tiempo que divide entre su trabajo y los espacios para compartir con su hija de 5 años, también se encuentra culminando su proceso de formación académica de bachillerato, con acompañamiento de la ARN. Asegura que tiene muchos sueños por alcanzar y trabaja por ello a diario. “Como mujer y madre he aprendido que, si nos lo proponemos, no debemos depender de otra persona económicamente. Podemos trabajar y conseguir eso que queremos. Así también, desde la legalidad, hacemos un gran aporte al país”, concluye.
De esta misma forma, con grandes avances, también se desarrollan los demás proyectos individuales de ganadería liderados por las otras siete madres sanjacinteras en proceso de reincorporación.
Por su parte, María Vitola González, coordinadora de la ARN en Sucre, Bolívar y Córdoba, destaca la gran importancia del componente de género dentro del proceso de reincorporación y poder constatar cómo, en una fecha como la del Día de las Madres, sean sus testimonios la mejor muestra de reconciliación. “Sin duda alguna, en medio de este proceso permanente que significa la implementación de la política de ‘Paz con Legalidad’, es un gran aliciente que el componente de género sea una realidad y que las mujeres en reincorporación puedan ver materializados sus proyectos”, concluyó Vitola.
*Nombre cambiado por petición de la persona en reincorporación.
Datos de interés
– En Sucre, Bolívar y Córdoba, en el Caribe colombiano, un total de 35 mujeres rompen estereotipos de género con la implementación de exitosos proyectos individuales de ganadería. En Sucre, se encuentran 16 de ellas; 18 en Bolívar y una en Córdoba.