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Este jueves 29 de septiembre a las 5 de la tarde, en el mismo sitio donde nació; en el ruedo del Circo Teatro la Serrezuela, se llevará a cabo un evento donde se jugará con la memoria de todos aquellos que vivieron el furor de las décadas de los años 80 y 90; de aquellos que ya tienen más de 60 años; de quienes viven con intensidad las cinco funciones del Festival de Música del Caribe; El Gran Conversatorio sobre el Festival.
Pueden decir que no eran cinco días, pero es que el coctel de inauguración del festival que era un jueves, fue tan importante y exquisito como los tres días de concierto y la tarde de playa en la tenaza, siempre acomodado por el Mono Escobar para él puente festivo de San José además de los programas caribeños que emergían para esa fecha en todas las radioemisoras de la ciudad.
Quince años duró y 25 años han pasado desde que se bajó el telón definitivamente para el más importante evento musical, folclórico, cultural y artístico que ha tenido Cartagena en todos sus tiempos, aunque muchos difieran de ello, porque nunca alcanzaron a vivir ese paroxismo que producía Festicaribe, donde todos preparábamos las pintas de ropa nueva para cada día con un mes de anticipación.
Los más veteranos dicen que “fue la rumba más grande de la ciudad”, otros más jóvenes, menores de 50, cuentan que “el Festival les marcó sus gustos musicales”; mientras que los que según su cédula nacen de 198… para acá, recuerdan que les contaron que fue un muy buen evento, pero no tienen ni idea de que acá estuvieron Freddy McGregor y Mbilia Blel, dos de las principales estrellas musicales del Gran Caribe.
Quien haya vivido el Festival de Música del Caribe tenemos que recordar lo siguiente:
-Haber trasnochado 4 días seguidos, sin importar que hubiese clases o trabajo de por medio.
-Saber qué dice la letra después del coro “¡Sí, sí, Colombia…Sí, sí, Caribe!” himno del Festival que compuso Francisco Zumaqué.
-Haber bailado -sin tener ni idea que música era o qué decían las letras- a Arrows y a Jimmy Cliff.
-Escuchar “Zangalewa» y acordarse inmediatamente de la Plaza de Toros repleta de gente bailando a lo africano.
Con el Festival de Música del Caribe en Cartagena fue posible que se abriera un espacio en donde se pudiera reconocer y debatir sobre la idea de lo que se conoce como Caribe.
Se han hecho análisis desde la antropología y otras ramas de las ciencias sociales y humanas, pero no se han ocupado sobre el proceso, desarrollo, transformación y función de los Festivales, y esta, es una oportunidad para estudiar y pensar el Festival de Música del Caribe de Cartagena, idea que gestaron y construyeron Antonio Escobar y Francisco de Onís, dos amigos preocupados por la hermandad caribeña y lo aislado que nos sentíamos, como también lo explicaba García Márquez en su discurso la Soledad de América Latina.
Antonio ‘El Mono’ Escobar y Paco de Onís, cartagenero y neoyorquino hijo de españoles, respectivamente, se conocieron en Cartagena luego de haber viajado por el mundo recorriendo festivales de música y alimentando sus almas hippies.
Pero quienes lo vivieron y quienes deseen saber sobre los secretos del Festival, deben acudir este 29 de septiembre a las 5 de la tarden al ruedo de la Serrezuela, donde hoy se encuentra uno de los más majestuosos centros comerciales de la ciudad, con ese nombre, allí el Mono Escobar, Willy Martínez, la pintora Cecilia Herrera autora de uno de los más hermosos afiches de Festicaribe, y el poeta Pedro Blas Julio disertaran sobre el alma del Caribe.