Administradores y propietarios de estos establecimientos se agremiaron en el Grupo Hoteles del Centro, y manifiestan estar de acuerdo con las medidas tomadas por la administración distrital de decretar límites a la rumba al definir horarios compatibles con la actividad hotelera, ello, permite que se establezca la noche respetuosa, que a su vez, brinda descanso digno a huéspedes y turistas en planes familiares, culturales, negocios, convenciones y disfrute del patrimonio histórico que potencia a Cartagena como un destino de turismo sano.
Señalan que los hoteles del Centro tienen serios problemas por la contaminación auditiva generadas por las discotecas y la economía informal que ocupa el espacio público con altos parlantes y artistas callejeros. Toda esa actividad para el entretenimiento de adultos es una grave amenaza para un sector legal que paga impuestos y genera cientos de empleos en la ciudad.
Dormir es primordial para la empresa hotelera, así lo exigen los huéspedes que no tienen ningún interés en la rumba y las actividades del entretenimiento nocturno para adultos, y que, además, desvalorizan al destino turístico con las actividades de explotación sexual de adultos y menores, la prostitución en espacio público y el microtráfico.
El turismo familiar se siente excluido por las actividades de entretenimiento nocturno para adultos, el nuevo gremio pide a las autoridades locales que definan políticas públicas que permitan el regreso de los turistas adecuados para la zona patrimonial.
Considera el gremio que ese sector ha realizado inversiones importantes en la industria turística formal, legal y sana, y con ello, han generado ingresos y empleo para Cartagena. De continuar este panorama contrario a su razón de ser empresarial, se perdería ese aporte para el desarrollo y progreso de la gente en la ciudad.
Por último, el Grupo Hoteles del Centro, observa con mucha preocupación la permanencia de Cartagena en la lista de ciudades Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, título otorgado por la UNESCO hace más de 40 años. De no poner freno las autoridades a las actividades incompatibles con esa distinción internacional, y finalmente, la Heroica quedaría por fuera de esa categoría, la industria hotelera sería la primera en cerrar en el Centro Histórico.