TASER: 30 años de innovación e investigación en tecnología de seguridad ciudadana

Era 1969 cuando Jack Cover, jefe de ingenieros que trabajaba en la NASA, empezó a desarrollar el primer TASER de 7 vatios de potencia. El dispositivo nació a partir del proyecto de desarrollo de dispositivos menos letales, sustitutivos de las armas de fuego que Lyndon Johnson –presidente en curso de los Estados Unidos  – ordenó llevar a cabo.

Y aunque la popularidad del TASER ha sido tal que ha empezado a usarse para llamar a cualquier dispositivo de electrochoque, la realidad es que se trata de una marca registrada y del acrónimo de Tom Swift and His Electric Rifle, un libro de ciencia ficción escrito por Stratemeyer Syndicate bajo el seudónimo de Víctor Appleton y protagonizado por el héroe de infancia de Cover, Tom Swift.

En 1993 Rick y Tom Smith comenzaron la búsqueda para reducir la violencia y letalidad mediante el desarrollo de una opción de uso de la fuerza más efectiva y segura para los ciudadanos y la fuerza del orden. Junto con Jack Cover, inventor del TASER, los hermanos Smith comenzaron a trabajar en este mismo año para desarrollar el primer dispositivo para la protección personal de los ciudadanos, con lo cual nació AIR TASER, Inc. en septiembre de 1993.

Posteriormente, los estudios llevados a cabo por la marca TASER entre 1996 y 1999, llegaron a la conclusión de que 7 vatios no eran suficientes para inmovilizar a una persona con una conducta agresiva o propensa a la violencia. Los estudios culminaron con el desarrollo del TASER M26, el primero con la capacidad de detener a personas.

Y en medio del constante avance de la tecnología en el campo de la seguridad ciudadana, Axon se ha destacado por su arma de fuerza intermedia, una alternativa revolucionaria menos letal para usarse en situaciones de conflicto por las fuerzas de seguridad en diferentes países alrededor del mundo.

Desde su creación, Axon ha trabajado en estrecha colaboración con las fuerzas del orden y organismos de seguridad para desarrollar soluciones que protejan tanto a los ciudadanos como a los propios agentes. El TASER se ha consolidado como una opción segura y eficaz para reducir el uso de fuerza letal en situaciones que requieren una respuesta rápida y precisa.

En el año 2003 nace el TASER X26, más ligero y efectivo que sus antecesores y el “Dispositivo Electrónico de Control” más usado en el mundo. Años más tarde, esta arma de fuerza intermedia evolucionó a sus versiones TASER X2, TASER 7 y el más reciente, TASER 10.

¿Cómo funciona un TASER?

El TASER se usa como si se tratara de una arma tradicional y su distribución está controlada solo para el uso de las fuerzas del orden público. Tiene un seguro que debe quitarse para  poder usarla, enseguida  se activa el láser o la luz que ayuda a tener precisión de disparo hacia el objetivo. Cuando se presiona el gatillo se liberan los dardos unidos mediante unos cables al TASER. Al llegar al objetivo, los dardos producen una descarga eléctrica en el individuo que le provocan una incapacitación neuromuscular durante unos cinco segundos, tiempo en el cuál los policías pueden actuar para desescalar una situación peligrosa donde se involucre la portación de cualquier instrumento, elemento letal o dispositivo potencialmente peligroso para la integridad física de los demás.

Si la persona tenía algún arma de fuego, no será capaz de seguir portándola y los cinco segundos darán suficiente tiempo a los agentes de la policía para controlar la situación.

Voltios vs. Amperios

En su pico máximo, un TASER alcanza los 50.000 voltios. Esta cifra suena muy alta. Y en efecto produce tal cantidad de electricidad, pero esto no la hace peligrosa. Lo realmente peligroso para las personas no son los voltios, sino los amperios.

Los amperios son los que viajan a través del cuerpo mientras que los voltios no. De hecho, hay un instrumento que se puede encontrar en algunos museos, institutos y universidades llamado el generador de Van der Graaff. Este generador puede producir hasta 20.000.000 de voltios y las personas son capaces de tocarlo sin sufrir ningún tipo de daño.

Ahora, si hablamos de amperios, 10 miliamperios (0.01) pueden producir contracciones musculares. 50 miliamperios (0.05) puede afectar a todos los músculos incluyendo los respiratorios, por lo que si se aplica de forma prolongada produce asfixia. Cuando se llega a una corriente de 75 a 100 miliamperios (0.075 a 0.1) se puede producir fibrilación ventricular. El TASER produce 2.1 miliamperios (0.0021), una cantidad de corriente muy baja que no resulta peligrosa para una persona.

El TASER se utiliza en más de 100 países en todo el mundo que lo usan diariamente, es el dispositivo no letal con más estudios sobre su funcionamiento en las personas, de hecho, existen más de 800 estudios sobre el TASER que demuestran que no es un dispositivo peligroso para el ser humano.