Por: Emilio Gutiérrez Yance
El 5 de noviembre de 1891 nació la Policía Nacional en Colombia, esta importante fecha nos motiva para honrar a esos hombres y mujeres que tienen el compromiso de garantizar convivencia, paz y brindar un servicio cercano al ciudadano, construyendo comunidades seguras. Son 132 años en el que la Institución ha acompañado el día a día de todos los colombianos y ha contribuido al amor patrio con su servicio.
En las filas de una formación policial, se escuchaba a viva voz “Llevaré una vida irreprochable como ejemplo para todos; mostraré valor y calma frente al peligro, al desprecio, al abuso o al oprobio; practicaré la moderación en todo y tendré constantemente presente el bienestar de los demás. Lucharé para lograr estos objetivos e ideales, dedicándome ante Dios a la profesión escogida: La Policía”. Este recital lo entonan, con total convencimiento de ello, los miles de uniformados que prestan su servicio con vocación y esmero.
Estos 132 años han sido de transformación para hacer frente a los cambiantes problemas de la Nación. La historia, contada a través de la fotografías, crónicas, noticias y relatos, han permitido consolidar el papel de la Institución más querida por los colombianos, que ante el mundo sobresale por su valeroso trabajo en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, la delincuencia común y otros factores que atentan contra la convivencia ciudadana.
Como antesala a esta importante conmemoración, la Institución integró a su columna vertebral, una nueva idea de ver, sentir y ser Policía con lo que busca despertar ese sentido de pertenencia, no solo de quienes hacen parte de ella, sino de todo el pueblo colombiano. Hoy, los problemas sociales y de seguridad, demandan de una Policía más cercana al ciudadano, más capacitada, más dotada.
Cada vez que un colombiano vuelve a casa, lo hacemos todos. Porque para su familia y la mía, con nosotros vuelve la esperanza y la ilusión. Todo lo que hemos vivido, lo hemos disfrutado y llorado juntos.
Compartimos el amor y el orgullo por Colombia. Nuestra fuerza es igual a la suya. Somos más que nuestros uniformes. Somos como usted, como sus familiares, como su vecino o amigo. Vivimos por la comunidad y eso nos motiva y nos mueve a darlo todo cada día.
La Policía vive en permanente evolución y con alto grado de profesionalismo, respondiendo con efectividad las exigencias de la comunidad con exitosos y valerosos programas en materia de seguridad y convivencia, potenciando con ello confianza y credibilidad. Delante de un Policía siempre esta Colombia, pero detrás de él, estamos todos.
No tenemos la menor duda de nuestro compromiso; estamos dispuestos a dar la vida para defender la de otro, para defender la dignidad y la libertad de quienes habitan este hermoso país, la tierra de nuestros antepasados, de nuestros hijos, de nuestros nietos.
Para ser policía se requiere una escala de valores muy alta porque además debemos ser ejemplo para la sociedad. Ser policía significa hacer el bien, hacer lo correcto, respetar un uniforme que lleva impregnadas las lágrimas y el sacrificio de muchos en el pasado, el presente y el futuro. Este uniforme no se puede manchar, este uniforme tiene que infundir respeto y cariño al mismo tiempo.
En esta importante fecha para la historia de nuestro país, los miles de Policías a lo largo y ancho del territorio colombiano, desde el Cabo de la Vela hasta el Amazona, ratifican su compromiso de seguir trabajando por la seguridad y la tranquilidad de todos los colombianos con vocación, honor, disciplina, honestidad, compromiso y solidaridad.
En el marco de la conmemoración de los 132 años de la Policía Nacional; como comandante del Departamento de Policía Bolívar, me resulta profundamente emotivo saludar y hacer un reconocimiento de admiración y respeto a todos los policías, hombres y mujeres, que conforman está unidad, que a diario dan lo mejor de sí, por sus familias, la Institución y su país; donde los esfuerzos y sacrificios se convierten en el principal motivo para continuar con esta ardua y hermosa labor.
Ser Policía tiene un significado que conjuga el orgullo, el valor, el sacrificio y la entrega al servicio primordial de la comunidad en general.
Por eso, hoy 5 de noviembre, celebramos innumerables casos exitosos, experiencias y lecciones aprendidas que hacen parte de esta trayectoria institucional, las cuales han marcado un hito en la historia. También, recordemos y rindamos honores a los miles de compañeros que han ofrendado su vida dejando huella, en cumplimiento de su deber.