Napoléon Bonaparte ocupó España en el año 1808 y apartó del poder al rey español Fernando VII. En su lugar, Napoleón nombró a su hermano José Bonaparte y esto causó rebeliones al interior de España, sufriendo ellos mismos dentro de suelo español, un proceso de independencia contra los invasores franceses, reforzado por el clamor de un cambio de régimen político a favor del ideario liberal ilustrado y en contra de la monarquía absoluta.
Hecho prisionero el Rey Fernando VII, los españoles se quedaron sin su máxima autoridad legítima, el rey, y no aceptaban el control de Napoléon Bonaparte sobre España. Esto indujo a los españoles insubordinados a conformar la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino en 1808 para ejercer poderes ejecutivos y legislativos durante la ocupación napoleónica; luego, en 1810, la Junta fue reemplazada por el Consejo de Regencia de España.
Todo esto de la conformación del Consejo de Regencia sucedía en España con muy baja participación de las élites criollas, muy a pesar de que necesitaban el oro y la plata que sacaban de América por Cartagena, para continuar con el movimiento liberal español. Este fue uno de los principales motivos para que las elites criollas empezaran a vislumbrar la posibilidad de independizarse del poder español y aprovechar la situación política que daba lugar a un cambio de modelo político.
En el caso de Cartagena, un sector de notables de la ciudad y otros procedentes de Mompox, lideraron el movimiento independentista con el imprescindible apoyo del sector popular conformado por miembros de las milicias pardas y artesanos que estaban al frente de las maestranzas en la ciudad. Este último grupo, al parecer, constituyó un grupo de hombres armados con machetes al se le llamó “Los Lanceros de Getsemaní”. Entre ellos figuraron Pedro Romero, Pedro Medrano, Juan Solana, José Padilla, Ramón Viana, Nicolás Delfín, Martín Villa y muchos otros.
Todos juntos, el 11 de noviembre de 1811, protagonizaron una tremenda asonada partiendo del barrio Getsemaní hasta la actual Plaza de la Proclamación; descocieron al Rey Fernando VII, al Consejo de Regencia y presionaron a la Junta de Gobierno para firmar el Acta de Independencia. Acto seguido, se creó el “Estado libre, soberado e independiente” de Cartagena de Indias.