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«A pesar de los desplazamientos no todo ha sido malo»: Castañeda

La historia de un Infante de Marina Bachiller que vivió el desplazamiento forzado por parte de grupos armados ilegales y hoy quiere aportar seguridad y desarrollo a su país. 

En el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas resaltamos la historia del Infante de Marina Cristian David Castañeda Navarro, un joven Bosconense de 20 años, que tras haber vivido una infancia en el desplazamiento forzado por cuenta de los grupos armados ilegales, hoy quiere servirle a su país portando el uniforme de la Armada de Colombia.

Castañeda nació en junio de 2001 en Bosconia, Cesar. Hijo de una pareja de campesinos, que en 2002 se mudó a San Javier, en la Sierra Nevada de Santa Marta, para trabajar una parcela de cultivo de café. Sin embargo, la presencia de los grupos armados ilegales en la zona los obligó a salir de ahí cuando cumplía los cinco años de edad.

“Nos tuvimos que ir de ahí porque nos amenazaron. La guerrilla trató de llevarse a mi papá pero él se negó. Lo querían reclutar a la fuerza, pero si se resistía nos mataban a todos” relata Castañeda.

El sentido de supervivencia los llevó al corregimiento de Santa Clara, también en la Sierra Nevada de Santa Marta. Allí vivieron por cerca de cuatro años, entre la zozobra de las vacunas y el miedo a las desapariciones. De este tiempo, Castañeda recuerda la muerte de su tío por oponerse a que le quitaran su cosecha y a uno de sus amigos del colegio, que desapareció cuando tenía siete años, al parecer porque fue reclutado por grupos al margen de la ley cuando salió con sus padres a la finca de unos familiares.

Cuando Cristian tuvo nueve años, La familia Castañeda Navarro se mudó a Chimila, en El Copey, Cesar, donde según él, la presencia del Ejército de Colombia y de la Policía Nacional contribuyó a que el ambiente de terror se apaciguara. Fue aquí donde Castañeda pudo terminar sus estudios de educación básica primaria, secundaria y media académica.

A pesar de las dificultades, la familia Castañeda Navarro siempre ha tratado de salir adelante. El padre prestó el servicio militar en el Ejército Nacional de Colombia y ese sentido de pertenencia por las instituciones del Estado fue transmitido a sus tres hijos. Cristian es el mayor; tiene dos hermanas menores, una estudia veterinaria y la otra está terminando bachillerato.

Con la madurez que le ha forjado las vicisitudes de la vida, Cristian Castañeda se refiere con orgullo a la Institución Naval y desea aportar un granito de arena a su país a través del servicio militar. Su compromiso se evidencia en los pasos que ha dado hasta el momento, con tan solo haber pasado por el proceso de instrucción y entrenamiento en la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina, donde culminó con éxito el curso de dragoneante, adquiriendo las capacidades para ejercer el mando y liderazgo entre sus compañeros.

Actualmente, hace parte de la Compañía de Seguridad de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”, donde prestará durante nueve meses su servicio militar como Infante de Marina Bachiller y aportará a la seguridad física de la alma mater de la Oficialidad Naval colombiana.

Castañeda es un joven apasionado de la conducta humana por lo que afirma que su mayor ambición es ser mejor cada día, seguir creciendo como persona y superarse. Aspira más adelante poder ser Cadete Naval y convertirse en Oficial de la Armada de Colombia.