La Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana lamenta profundamente los trágicos sucesos ocurridos ayer domingo 05 de noviembre, en el barrio La Esperanza, en los cuales falleció un menor de edad y expresa sinceras condolencias a la familia y seres queridos del pequeño.
Asimismo esa dependencia insta a la Policía Metropolitana de Cartagena a que, con la máxima celeridad, se recolecten los elementos materiales probatorios que permitan avanzar en la investigación. Es de suma importancia que estas investigaciones se realicen con la mayor diligencia posible, asegurando el debido proceso y respetando en todo momento los derechos fundamentales de los involucrados.
Además, se hace un llamado a la MECAR a fortalecer las labores preventivas con las herramientas administrativas que les ha dado la administración como el Decreto de medidas para fiestas, y los permisos para eventos.
Se reitera enfáticamente a la ciudadanía y a los establecimientos comerciales que, de acuerdo con el Decreto 1424 de 2023, por medio del cual se adoptan las medidas de orden público con ocasión de fiestas de noviembre, que:
– Desde el 8 hasta el 13 de noviembre no se otorgarán permisos de extensión de horarios a los establecimientos de comercios, y aquellos expedidos con anterioridad por el Distrito o autoridades locales carecerán de validez.
– Desde el 31 de octubre hasta el 14 de noviembre, se prohíbe en toda la ciudad la realización de cualquier tipo de espectáculos de carácter público o privado que conlleven la utilización de artefacto de amplificación sonora que generen afectaciones a la tranquilidad y el orden, excepto los que cuenten con el permiso oportunamente tramitado y concedido por la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana.
Por último, le invita a la ciudadanía que moderar el comportamiento. Los excesos y la intolerancia no solo ponen en riesgo el Patrimonio Cultural Inmaterial colectivo, sino también la vida, por lo que es importante recordar que la tradición festiva es también para el goce y disfrute de los niños y niñas, y no se puede permitir que las fiestas se conviertan en un factor de riesgo para ellos por el mal comportamiento de los adultos.
