Como una religiosa amable y muy servicial, fue descrita por sus compañeros la hermana Johana Rivera, cuya muerte fue producto de haber contraído coronavirus, lo cual la convierte en la víctima mortal número dos en la ciudad de Cartagena.
El Instituto Nacional de Salud, INS, y el director del Dadis Alvaro Fortich, así lo dieron a conocer esta tarde, y confirmar que otros seis casos se habían dado positivo en Cartagena y dos en Arjona, Bolívar.
La muerte de la hermana Johana, se produjo el pasado 27 de marzo, en la Clínica Madre Bernarda de Cartagena, días después de contraer la mortal enfermedad.
Ese mismo día el Arzobispo de Cartagena Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, expidió el siguiente comunicado:
LLEGADA AL CIELO DE LA HERMANA JOHANA
Queridos Hermanos y Hermanas:
En la madrugada de este día 27 de marzo, nuestro Padre Dios llamó a su hija y religiosa Johana Rivera Ramos a la Vida Eterna. Johana entra en el gozo de tu Señor!
Había nacido en San Martín de Loba hace 33 años, como Jesús , el Señor y como el Padre Caled Torres. Su padre fallecido. Su mamá Ana y tres hermanas.
Se enamoró de la Comunidad de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada por los años 2012 y 2.013. Hizo su profesión religiosa, en su Comunidad del Barrio Santa Lucía, el 20 de enero de 2.015, cuando iniciaba su ministerio episcopal Monseñor Ariel.
Llamada por su Congregación a la Profesión Perpetua que se iba a realizar el 25 de marzo. Pero el Señor cambió la fecha y el lugar. Hoy la hace en el cielo y la recibe directamente Papa Dios.
Era abogada graduada en la Universidad de Valledupar y estudio Teología en nuestro Seminario Provincial de San Carlos Borromeo aquí en Cartagena. Tenía un vínculo muy grande con nuestra Arquidiocesis. Colaboró con la Pastoral Juvenil y la Pastoral Familia Arquiocesana. Coordinaba la Misión Permanente de su Parroquia de la Providencia.Trabajaba en la obra de su Congregación en Arjona.
Trabajo dos años en el Peru en la obra de su Congregación allí.
Es la primicia de la Arquidiocesis en estos tiempos benditos que vivimos juntos.
En la despedida de Johana acompañamos a su mamá Ana y a sus tres hermanas. Y a su fraternidad: hermanas María José, Chelo y Angela que con María José la enamoraron y la recibieron en la Congregación.
Hermana Johana gracias por el testimonio de tu vida. Nos dejas el buen perfume de tu amor por Jesus y por la Iglesia. Tu vida: corta, alegre y fecunda!Gracias Johana: te queremos Johana, te queremos. Adiós.
Jorge Enrique Jiménez Carvajal,
Arzobispo de Cartagena.
