Por: Danilo Contreras
Los principios en términos generales parecen ser artefactos pasados de moda en la era de los influencers y el marketing político que alimenta pasiones y fake news en vez de ideas y utopías. La coherencia que solía ser un gran valor para los grandes dirigentes de la historia, se ha trastocado en mero pragmatismo.
Sin embargo uno se encuentra con líderes como Gustavo Bolívar, que sin ser lo que llaman un “político de carrera”, ha entendido con claridad que el oficio del servicio público es más el ejercicio de una ética que el aprovechamiento egoísta del poder. Varias acciones del hoy candidato del Pacto Histórico a la alcaldía de Bogotá lo acreditan sin sombra de dudas.
Bolívar es de los pocos dirigentes Progresistas que se ha atrevido a plantear una lectura crítica de la acción política del gobierno y de los partidos que lo acompañan, pues entiende que la ausencia de crítica no es compatible con la dialéctica progresista, ni con los ideales de una democracia real y deliberante.
Creo que su aspiración a la alcaldía de Bogotá es honesta, innovadora y transformadora, y es por esa razón que me alegró ver su gesto de solidaridad, compromiso y coherencia política para con el joven candidato por el Pacto Histórico a la Alcaldía de Cartagena, Javier Julio Bejarano. Veo en el gesto y en las palabras que dejó plasmadas Gustavo Bolívar en un video en el que aparece con Javier, el brillo de la esperanza de un proyecto político de cambio guiado por valores que parecen escasear en estos tiempos líquidos, como los definiera Sigmunt Bauman.
Gustavo Bolívar y Javier Julio Bejarano representan una idea que al parecer no ha sido entendida por los líderes de los partidos de la coalición Pacto Histórico en lo nacional, y es que los cambios NO son genuinos ni completos si no se asumen también en la lucha territorial pues los conflictos que agobian a la nación, nacen y se fermentan en los territorios y en consecuencia las transformaciones deben tener enfoque territorial. Los cachacos no pueden tener una mejor visión de los problemas que hoy agobian a Cartagena, que líderes jóvenes como Javier Julio Bejarano que ha hecho la tarea en lo local. La política también es respeto y reconocimiento, y no se respeta ni se reconoce cuando desde la capital se maltratan los esfuerzos de la dirigencia territorial.
Por eso resalto el gesto ético y consecuente de Gustavo Bolívar para con nuestro candidato Javier Julio Bejarano, pues el apoyo manifestado es una voz fuerte que predica que la política renovada esta en la reivindicación de las ideas, antes que en el poder de las “chequeras”, como extraviadamente sentenció una dirigente nacional del Pacto, que en forma torpe ha llevado la representación de nuestro terruño en los niveles de decisión nacional.
La imagen de unidad, solidaridad, nobleza y coherencia política que nos dejan Gustavo Bolívar y Javier Julio Bejarano en su mensaje audio visual, es un viento fresco que debe servir para recuperar las energías y los propósitos magullados por tantas vicisitudes del complejo panorama político nacional, y es sobre todo un llamado a las ciudadanías libres de Cartagena y Bogotá a luchar con más ahínco y alegría en estos momentos, por un ideal de la política que no puede marchitarse.
Dios mediante y con la ayuda de las voluntades unidas de las ciudadanías libres, Gustavo Bolívar será elegido alcalde de Bogotá y Javier Julio Bejarano lo será en Cartagena de Indias el próximo 29 de octubre.
