Brechas de género: Las mujeres enfrentan más dificultades para acceder al crédito

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  • Las mujeres continúan en desventaja frente a los hombres, con una brecha de 0.66 puntos en el Índice de Bienestar Financiero (IBFC).

  • En cuanto al acceso al crédito, este es el producto donde se evidencia la mayor diferencia, con un IBFC de 5.6 para las mujeres y 6.4 para los hombres.

  • Esta situación se agrava con la reducción en la tasa de usura, que impide que las entidades financieras ofrezcan crédito en segmentos de mayor riesgo.

A pesar de los importantes avances en inclusión financiera, aún existen oportunidades para mejorar el acceso al crédito para las mujeres, lo que les permitirá fortalecer su desarrollo económico y bienestar financiero. Según los datos de la Banca de las Oportunidades y el reporte del Índice de Bienestar Financiero (IBFC) aunque se observa una brecha de 0.66 puntos en el indicador general entre mujeres y hombres, este panorama ofrece un espacio clave para seguir trabajando en políticas y soluciones que promuevan una mayor equidad en el acceso a productos financieros.

Los datos reflejan que las mujeres presentan menores niveles de bienestar financiero en comparación con los hombres, con brechas significativas en productos como seguros (0.7 puntos), productos transaccionales (0.6 puntos) y productos financieros en general (0.6 puntos). La diferencia más reducida se observa en productos de ahorro e inversión, donde la brecha es de 0.3 puntos.

En el acceso al crédito es  donde se evidencia la mayor diferencia, con un IBFC de 5.6 para las mujeres y 6.4 para los hombres, lo que representa una brecha de 0.8 puntos, la más alta entre todas las categorías de productos financieros.

De acuerdo con Clara Escobar, directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Financiamiento (AFIC) “Esta diferencia afecta directamente la oportunidad de las mujeres para emprender, invertir en educación y generar estabilidad económica, elementos clave para su bienestar y el de sus familias a largo plazo

El acceso al crédito es una herramienta fundamental para mejorar la autonomía financiera de las mujeres, permitiéndoles fortalecer su bienestar económico. Los medios por los cuales se accede a financiación formal son, principalmente, las cajas de compensación familiar y los fondos de empleados, seguidos por los bancos y las compañías de financiamiento.

No obstante, aún son muchos los colombianos y colombianas que no tienen acceso a medios formales de crédito y, ante la falta de opciones, recurren a la informalidad. Por ello, es esencial seguir fortaleciendo los mecanismos de inclusión financiera para garantizar alternativas accesibles y seguras.

En este contexto, las recientes reducciones en la tasa de usura representan un desafío, ya que dificultan que las compañías de financiamiento y los bancos otorguen créditos a poblaciones vulnerables o no bancarizadas, afectando, especialmente, a mujeres con menor historial crediticio o ingresos variables y limitando sus oportunidades de desarrollo económico.

“Según un estudio de ANIF, por cada reducción de un punto porcentual en la tasa de usura, el crecimiento de la cartera de crédito de consumo disminuye en 0.73 puntos porcentuales, lo que restringe aún más la oferta de financiamiento, especialmente, para mujeres emprendedoras y trabajadoras independientes, que en su mayoría son madres cabezas de familia.” añadió Escobar.

Esta disminución en la oferta de crédito formal no solo afecta a quienes buscan préstamos personales o para emprendimientos, sino que también aumenta la dependencia de mecanismos informales de crédito, como los prestamistas «gota a gota», donde las tasas pueden alcanzar hasta un 20% diario, poniendo en riesgo la estabilidad financiera de muchas mujeres.

Con el fin de mejorar esta situación, se ha propuesto en diversos foros un ajuste en la metodología de cálculo de la tasa del Interés Bancario Corriente (IBC), base para determinar la tasa de usura. Este ajuste incluiría una diferenciación según los tipos de crédito, especialmente en lo relacionado con los créditos de consumo, lo que permitiría un mayor acceso a las mujeres a los productos crediticios ofrecidos por los establecimientos de crédito.

Actualmente, el cálculo unificado de la tasa de interés bancario corriente de los créditos de consumo y ordinario (sobre la cual se calcula la tasa de usura) lo cual impide que los bancos y compañías de financiamiento puedan otorgar un mayor volumen de préstamos en perfiles de mayor riesgo, privando del acceso a crédito a muchas mujeres que, de contar con opciones adecuadas, podrían mejorar su bienestar financiero y su calidad de vida.

Esta propuesta permitiría mantener tasas competitivas que faciliten a los bancos y compañías de financiamiento seguir otorgando crédito a poblaciones no bancarizadas o consideradas de mayor riesgo, evitando así la exclusión financiera de mujeres emprendedoras, trabajadoras independientes y de bajos ingresos.

Según el estudio de ANIF, si se establece un techo más alto para la tasa de usura con un cambio en la metodología, las instituciones financieras podrían atender perfiles de mayor riesgo, lo que impulsaría el crecimiento real de la cartera de consumo en un 4.9%, es decir, 10 billones de pesos adicionales en financiamiento.

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