Álvaro Schorbogth, director de la Veeduría de Seguridad Integral, Veeseincol, se mostró de acuerdo en drásticas sanciones, multas y hasta expulsión del país, de quienes atentan contra la imagen de Cartagena, a raíz del bochornoso «espectáculo» ofrecido por una pareja al practicar sexo al aire libre en un balcón del Centro Histórico de Cartagena.
Manifestó que el descontrol que existe en la ciudad se extiende en todos los escenarios, esta vez la muestra de la ineficiente gestión de seguridad integral para visitantes y propios, se evidenció una vez más con esta escena a la vista de todos los transeúntes, sin importarles las consecuencias que esta conducta podría ocasionarles.
Sostiene que estos sucede porque se ha enviado un nefasto mensaje al mundo a cerca de nuestra ciudad, donde se toleran muchas situaciones que van en contra de las buenas costumbres y principios de los cartageneros. Todo para mantener e impulsar un turismo equivocado, sin ley ni normas, donde todo los que llegan pueden hacer lo que quieren por que tienen como pagarlo.
Desdibujando así la realidad de una ciudad llena de magia, paisajes maravillosos y una historia de libertad que debe seguir trascendiendo a través de las futuras generaciones y gobernantes.
Manifiesta que el centro ha dejado de ser ese lugar mágico y tranquilo que por décadas enamoró a todos los visitantes, para convertirse en la comidilla de los oportunistas, la ventana del mundo de la prostitución y el lugar perfecto para conseguir cualquier servicio, sustancia o cumplir los más bajos deseos de quien tenga con qué pagar, sin ningún tipo de limitaciones.
Por ello, afirma, que desde Veeseincol hacemos un enérgico llamado a todos los entes reguladores de la ciudad, a la policía nacional, al gremio del turismo y principalmente a la alcaldía, para que se entre a estudiar la situación y logre por fin, promover acciones que de manera conjunta y efectiva ayuden a prevenir la vulneración de la integridad de los cartageneros y de nuestros patrimonio histórico y de la Humanidad.
Puntualizó que así se logren identificar situaciones que pongan en riesgo el adecuado disfrute de los espacios comunes de la ciudad, estableciendo límites claros, normas y reglas para quienes gusten visitar la ciudad tengan claro que deberán cumplir con nuestras normas y reglas en todos nuestros espacios mientras visitan la ciudad, pero que principalmente se haga un seguimiento para verificar que estas se cumplan de lo contrario deberían ser expulsados de nuestra ciudad.
