Con el inicio de la temporada de cruceros en septiembre, me gustaría hablar sobre Cartagena, un destino con un creciente potencial en el Caribe que, mirando hacia el 2025, tiene todas las cualidades para consolidarse como un punto de embarque estratégico y un atractivo turístico de primera línea.
Sin duda, el sector de cruceros fue uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19. La interrupción repentina de operaciones en todo el mundo no solo dejó a miles de viajeros sin vacaciones, sino que también afectó profundamente la economía global, particularmente en regiones dependientes del turismo, como el Caribe. Durante más de un año, los barcos permanecieron en puerto y la industria tuvo que adaptarse rápidamente a una nueva realidad. La implementación de estrictos protocolos de salud y seguridad fue fundamental para que la reactivación fuera posible. A nivel empresarial, Royal Caribbean lideró muchos de estos esfuerzos con iniciativas innovadoras que nos permitieron volver al mar de manera segura y responsable. El antes y después de la pandemia no puede subestimarse.
Antes de 2020, la industria de cruceros experimentaba un crecimiento sostenido, con cifras récord en términos de pasajeros y expansión de rutas. Sin embargo, la crisis sanitaria global nos obligó a reevaluar muchos aspectos de nuestra operación, desde la higiene hasta la logística y la experiencia a bordo. Lo que hemos aprendido en este tiempo es invaluable: la resiliencia de la industria, la importancia de la flexibilidad operativa y, sobre todo, la seguridad de nuestros huéspedes.
Hoy, dos años después del reinicio gradual de operaciones, puedo decir con confianza que la industria no solo se ha recuperado, sino que está en una trayectoria de crecimiento más sostenible e innovadora. El interés por los cruceros ha resurgido y las experiencias a bordo son ahora más personalizadas y seguras que nunca. La tecnología, por ejemplo, juega un papel esencial en la transformación de la experiencia del cliente, con aplicaciones móviles que permiten hacer check-in sin contacto y reservas automatizadas de actividades a bordo, entre otras innovaciones. Royal Caribbean ha logrado un increíble trabajo en mejorar cada aspecto de esta área, no solo innovando, sino también optimizando esta aplicación, que ofrece, además, una experiencia mejorada para gestionar todo lo relacionado con el viaje, desde reservas hasta actividades a bordo, brindando comodidad y seguridad a los pasajeros.
En este contexto de recuperación y expansión, Cartagena de Indias emerge como un destino clave en el Caribe. Con su rica historia, su arquitectura colonial bien conservada, sus playas cercanas y su ambiente vibrante, la ciudad ofrece una combinación única de cultura, historia y belleza natural que la convierte en un punto de interés indiscutible. La temporada del Rhapsody of the Seas en 2023-2024 fue un éxito rotundo, destacando la gran acogida de los pasajeros y el potencial de la región para los cruceros. Ahora, con el Serenade of the Seas comenzando en 2025, estamos preparados para ofrecer las mejores vacaciones en el Caribe. Como AVP (Associate Vice President LATAM) de Royal Caribbean, veo un gran potencial para Cartagena, no solo como un puerto de salida con el Serenade of the Seas en 2025, sino también como un punto de embarque que puede atraer a turistas de todo el mundo.
A partir de 2025, Cartagena tiene la oportunidad de posicionarse aún más en el mapa del turismo de cruceros, no solo aprovechando su infraestructura portuaria en crecimiento, sino también mediante una promoción estratégica que resalte sus múltiples atractivos. Para los viajeros que buscan una experiencia caribeña auténtica, Cartagena ofrece mucho más que playas; su oferta incluye recorridos históricos, una vibrante vida nocturna y una gastronomía excepcional. Es una ciudad que captura la esencia de lo que el Caribe representa: color, ritmo y una cálida hospitalidad.
Royal Caribbean ya ha mostrado su compromiso con Cartagena al incluirla en diversas rutas a bordo del Serenade of the Seas, visitando las islas de Aruba, Bonaire y Curazao. Esperamos seguir aumentando nuestra presencia en la región. El puerto de Cartagena es moderno y eficiente, con instalaciones que cumplen con los estándares internacionales, lo que lo convierte en un lugar ideal para operaciones de embarque y desembarque.
En resumen, la pandemia fue un punto de inflexión para la industria de cruceros, pero también fue una oportunidad para adaptarnos y mejorar. Royal Caribbean ha aprendido importantes lecciones que nos permitirán ofrecer experiencias aún más memorables y seguras a nuestros huéspedes. Y en cuanto a Cartagena, estoy convencido de que su potencial como destino turístico seguirá creciendo. Con su riqueza cultural y su atractivo natural, Cartagena tiene todo lo necesario para consolidarse como uno de los principales puertos del Caribe a inicios de 2025.