Los habitantes del barrio Olaya Herrera sector Nuevo Paraíso están consternados y aún no creen que hoy estén muertos los pastores Harry Zúñiga Puello y su mujer Ruth Ordóñez Miranda, tras un ataque sicarial dirigido contra Ernesto Archibold Torres, alias «Gordi Gorfi», quien había llegado en busca de ayuda espiritual a la sede del Ministerio Profético La Doble Unción.
La comunidad que compartió con ellos los dos últimos años, en misión evangelizadora no entiende porqué los asesinaron si eran personas tan nobles y extraordinarias.
Juan Torres, pastor superior tanto de Harry como de Ruth, se mostró muy dolido con esta terrible noticia, ya que anoche compartió con ellos una jornada evangelizadora en la congregación Santa María, de donde la pareja partió a las 11 p.m. y se les veía muy alegre y feliz.
Recordó que ambos realizaron una tarea maravillosa de ayuda hacia las comunidades más vulnerables de Cartagena y dijo que conseguían muchas apoyos para personas en condición de calle, inclusive hasta de su propio bolsillo.
Manifestó que la pastora Ruth ayudaba con la venta de zapatos en el mercado de Bazurto y Harry, cuando no estaba en función evangelizadora, hacía las veces de mototaxista, ya que les tocaba pagar el arriendo, tanto de la casa donde habitaban como la que servía de encuentro con la comunidad del sector Nuevo Paraíso.
Los martes, jueves y domingos, eran los días para congregarse en la iglesia del Ministerio Profético La Doble Unción, en donde daba todo tipo de consejos a quienes iban a ese templo.
Recordó que nunca escuchó que tuvieran amenazas y por el contrario la gente del barrio los apreciaba y quería mucho.
Añadió que se le hizo extraño que esa persona llegara a solicitar consejería a esa hora, a las 12 de la noche, pero tal vez por su ingenuidad de atender a quien llegara en busca de ayuda espiritual, lo llevó a abrir la puerta y fue allí en donde los sicarios los atacaron y les causaron la muerte a los tres.
Puntualizó que es algo terrible y los hermanos de la iglesia estamos muy condolidos y estamos tratando de consolarnos.