Líderes cívicos y la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, exteriorizaron su preocupación por el mal estado que presenta el embarcadero de Punta Arena, en la isla de Tierra Bomba, al cual le invirtieron mil millones de pesos hace año y medio y hoy se ha convertido en una amenaza y un riesgo para los isleños que lo utilizan a diario.
Recordaron que con bombos y platillos el 24 de julio de 2022 lo inauguró el entonces presidente Iván Duque y se dijo que tienen una estructura de 15 años de vida útil, además de ser instalaciones que no afectan el ecosistema y protegen la riqueza marina y arqueológica del lecho marino, sin embargo no ha resistido los embates del mar de leva que ha afectado al mar caribe y el oleaje natural.
Ana Díaz, nativa y coordinadora del Combas en Punta Arena, le dijo a Mundo Noticias que a diario los usuarios de las embarcaciones que salen o llegan a esa zona insular de Cartagena están en permanente riesgo, ya que pueden tropezarse y caerse y sufrir algún tipo de lesiones.
Por su parte la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la localidad Histórica y del Caribe Norte, aseguran que el deterioro del desembarcadero flotante de Punta Arena va en aumento sin que la comunidad en cabeza del Consejo Comunitario, JAC y Asociación Comunitaria de Transportadores Marítimo de Punta Arena Asocotranspa, ni la alcaldía mayor de Cartagena, Apoyo Logístico e Infraestructura, hagan algo por un proyecto que apenas tiene 17 meses de ser inaugurado de haber sido inaugurado.
El desembarcadero flotante, vital para las operaciones portuarias y el acceso a las islas circundantes, presenta signos evidentes de desgaste y deterioro. Grietas, corrosión y daños estructurales se han vuelto más pronunciados, elevando las preocupaciones sobre la integridad de la infraestructura y la seguridad de quienes dependen de estas instalaciones para sus actividades cotidianas.Este deterioro no solo amenaza la eficiencia de las operaciones marítimas, sino que también afecta directamente a los pescadores, residentes y comerciantes locales que dependen del desembarcadero para sus actividades diarias. La situación genera una alerta inmediata para abordar y remediar los problemas antes de que se agraven.
La obra se adelantó de manera conjunta con la Armada de Colombia, Presidencia de la República, Ministerio del Interior, Alcaldía de Cartagena, Fundación Coral de Tierra Bomba y la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial (Cotecmar).
