La Oficina de Gestión del Riesgo del distrito hizo un llamado a la honestidad ciudadana, cuando se trate de reportar emergencias.
La entidad aseguró que se han recibido llamados para inspeccionar viviendas por emergencias que nunca ocurrieron. Se destacan casos de viviendas en remodelación y afectaciones en los techos por disputas vecinales.
El director de esta dependencia dijo que solo debe usarse la asistencia de organismos de socorro en emergencias reales. Durante los últimos meses, el equipo de reacción inmediata (ERI) de la Oficina, ha acudido algunos puntos de la ciudad en los que, de acuerdo a la ley, no es competente la intervención de esta dependencia.
Fernando Abello, reveló que se han recibido llamados de ciudadanos por varias supuestas emergencias, incluyendo reportes por aparentes desplomes de techos, buscando principalmente asistencia humanitaria alimentaria y en tejas de fibrocemento. «Cuando llegamos al sitio, nos hemos encontrado con varias situaciones que no encajan en nuestro objetivo, nuestros técnicos y profesionales han detectado casas que están en construcción, adelantando remodelaciones, o daños provocados por conflictos entre vecinos, incluso en un caso la misma comunidad advirtió que los daños los ocasionó un presunto ladrón que corrió por el techo», dijo.
Abello explicó que, de acuerdo a Ley 1523 de 2012 que regula el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, un desastre se define como el resultado de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales, y una emergencia, como una situación que altera o interrumpe de manera intensa y grave las condiciones normales de funcionamiento u operación de una comunidad, causada por un evento que se enmarca en fenómenos adversos de la misma condición: naturales o antropogénicos no intencionales.
«Claramente en esas definiciones que se encuentran en el artículo 4 de la ley 1523, no se encuentran descritas causas como la remodelación o un conflicto entre vecinos.
Acudir a estos llamados hace incurrir a la oficina en un gasto de tiempo, elementos y funcionarios que bien podrían enfocar esos esfuerzos en otras actividades misionales de la institución. El primer llamado es a ser honestos, el segundo, a poner en práctica todas las recomendaciones para reducir el riesgo de ocurrencia de verdaderas emergencias», resaltó Abello.