• Los niños del barrio Olaya Herrera pertenecen a los sectores Rafael Núñez y Once de Noviembre y hacen parte de la Escuela de Cultura de la Fundación Granitos de Paz.
• El intercambio musical se realizó en el marco del proyecto que la Fundación desarrolla con el apoyo del Ministerio de Cultura – Programa Nacional de Concertación Cultural.
Cartagena D.T. y C., septiembre 27 de 2021. Una enriquecedora y desafiante experiencia vivieron 20 niños y adolescentes del barrio Olaya Herrera tras debutar por primera vez como músicos, en el marco del proceso de formación que adelantan desde la Escuela de Cultura de la Fundación Granitos de Paz, hace dos meses. Se trata de un intercambio musical que permitió poner al descubierto su gran potencial con los instrumentos de cuerda y viento y nutrir sus conocimientos con la experiencia de más de dos años de la agrupación ‘Instrumento de Paz’, de la Institución Educativa San Francisco de Asís, ubicada en Arroz Barato.
Martha Elena Mogollón, directora ejecutiva de la Fundación, explicó que el proceso instrumental que llevan los niños hace parte del proyecto que se desarrolla con el apoyo del Ministerio de Cultura – Programa Nacional de Concertación Cultural, hace más de tres años, y que ha permitido mantener a los niños alejados de las problemáticas sociales del entorno, haciendo buen uso de su tiempo libre.
Entre tanto, Elieth Galarcio, profesor de música de la Fundación, resaltó: “ Ha sido fabuloso, los vi muy compenetrados y analizando cada detalle, lo que los hace aprender cada día más y ser más críticos. (…) La idea es consolidar una gran orquesta y hoy cada uno de ellos se lleva en su corazón una nueva experiencia y van a querer multiplicarla».
Y es que, para Jaime Andrés Chad, de 14 años, beneficiario de la Escuela de Cultura de la Fundación, la experiencia además de enriquecedora, fue inspiradora: “Por primera vez nos presentamos ante un público externo y una agrupación de mayor nivel; sentía los nervios, la presión, pero, tuve la capacidad de contrarrestar eso y salir adelante. Nos dimos cuenta que si podemos llegar lejos y que estamos para grandes cosas en la música”.
Por su parte, Yandri Pérez Jiménez, clarinetista de la agrupación ‘Instrumento de Paz’, fue una gran sorpresa ver el nivel musical de los niños da la Fundación pese al corto tiempo de práctica: “nos asombró verlos tocar de esa manera con apenas 2 meses de ensayo (…) Fue una experiencia muy bonita, un intercambio de emociones en el que nos enriquecimos. Es muy gratificante ver cómo ellos se motivan a través de nosotros y cómo nosotros aprendemos de ellos también”.