Es verdad que aún hoy, el número de mujeres que participa en la industria es muchísimo menor al de los hombres. Sin embargo, estamos ante una oportunidad única para ser las verdaderas protagonistas de este cambio cultural y exigir a los gobiernos, a las instituciones, a las entidades educativas y a las empresas, que implementen políticas y planes que marquen la diferencia y dejen atrás prácticas sexistas y poco equitativas.
Soy muy optimista en este sentido. Creo que estamos ante un momento histórico, con pasos lentos, pero precisos. Y me gustaría graficarlo con un ejemplo concreto, que tiene que ver con el ámbito en el que me desempeño como Directora General del Congreso Latinoamericano de Puertos de AAPA (AAPA LATINO), desde hace más de una década. Un evento que nuclea a profesionales en posiciones de gerencia, dirección y presidencia, tanto de puertos de nuestra región como empresas del sector.
Como dato global, en el primer evento de AAPA Latinoamérica que me tocó coordinar allá por 2007, recibimos a 25 mujeres sobre 261 participantes, es decir el 9.57% del total de asistentes. En el programa académico no figuró ninguna mujer como speaker.
Catorce años después, en el 2021, contamos con más de 150 mujeres, que representaban el 25% de participación femenina sobre 611 inscriptos, y 13 speakers, entre las cuales se destacaba una Vicepresidenta de la República, una Ministra de Transporte, varias presidentas portuarias y ejecutivas de empresas del sector. Asimismo, las máximas autoridades de la Delegación Latinoamericana de AAPA son mujeres.
¿Qué quiero señalar con esto?, que en los últimos años hubo avances medibles en este sentido. ¿Son suficientes? NO. ¿Sigue existiendo inequidad de género? SÍ. Pero hay señales muy claras de que hay un avance en la posición de nuestro género en la industria portuaria. Y la clave está, sin ninguna duda, en la capacitación profesional y en el poder tener voz y voto en donde se toman las decisiones y se imparten las políticas del sector.
Soy una fiel creyente de que lograr la equidad en el sector portuario debe ser una tarea de todos los que hacemos parte de esta industria. Y esta tarea es con el hombre y no contra el hombre. Tenemos que entender que el mejor camino para una verdadera inclusión, para arribar a un mayor desarrollo personal y profesional de ambos géneros es unidos, articulados, complementando nuestras habilidades y talentos, ayudándonos a sacar lo mejor de nosotros, apoyándonos.
No hay nada más enriquecedor que haciéndolo juntos y compartiendo el progreso.”