Por: Gabi Arenas
Cartageneros, qué feliz soy de ser hija de esta ciudad. Nací en este bello corralito de piedras, para mí la más bella del universo y no la cambiaría jamás.
Me gusta todo de Cartagena: su amanecer, su sol resplandeciente y sofocante desde tempranas horas. Me gusta su clima, su mar, su alegría y su dinámica espontánea.
Todo me gusta de ti Cartagena. De Cartagena me gusta su gente, la más noble y bella, gente fiel, leal y sincera. Me gusta el pueblo; que es como es.
Me gusta vivir en Cartagena, porque aquí soy feliz. Y soy feliz porque amo mi ciudad. Mi boca siempre la bendecirá, es decir, siempre dirá cosas buenas de ella. Me jactaré, hasta el último día de mi vida de ser cartagenera, y agradezco a Dios el privilegio de haberme permitido nacer y hacer mi vida en esta ciudad arrullada por el mar. Podrán decir, qué fácil hablar bellezas de una ciudad desde un lugar de enunciación privilegiado, pero quienes me conocen saben que he experimentado todo lo que vive el denominado cartagenero pujante que quiere superarse y aportar al crecimiento de la ciudad. Así que sé de lo que hablo.
Y no soy ciega ante lo que Cartagena necesita mejorar, pero ya hay suficientes lamentos y tenemos que pasar de la queja al aporte. ¿De todo lo que puede marchar mejor qué estoy dispuesto a hacer? ¿Qué sé? ¿Qué tengo? ¿qué hago que ayude a Cartagena a ser una ciudad más linda, más habitable, más agradable y más desarrollada? Todo es transitorio. ¿Pero qué podemos hacer ya, aquí y en este momento de la historia de Cartagena?
La palabra tiene un poder creador y restaurador. EMPECEMOS POR BENDECIR A CARTAGENA, POR HABLAR BIEN DE ELLA EN LOS ESCENARIOS pertinentes y en enfocar siempre la energía en destacar lo bueno y no en remarcar lo que debemos mejorar.
Levantemos la moral colectiva de la ciudadanía. Se puede lograr si somos propositivos y dejamos que nuestro corazón se inflame por el sentido de pertenencia y por el amor a la identidad.
¿Te unes a esta campaña? Cartagenero, di algo hermoso de Cartagena. Empiezo yo con esta frase: Cartagena de mis amores, aquí nací y aquí moriré. ¿Cuál es tu frase?
¡Dios bendiga a Cartagena, bendícela tú también!