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El señalado cabecilla de la estructura ilegal y siete de sus presuntos colaboradores fueron judicializados. Se les atribuye la deforestación de más de 750 hectáreas en un área de especial protección ambiental.
Las acciones investigativas realizadas por la Fiscalía General de la Nación para detectar a los principales responsables de la deforestación y la destrucción de los ecosistemas en la zona de transición forestal entre la Orinoquía y la Amazonía, pusieron en evidencia a ‘Los Taladores’, una red señalada de arrasar con el bosque nativo de la Reserva Nacional Natural Nukak, en Guaviare, para obtener y comercializar madera sin los permisos de ley.
En un trabajo articulado con la Policía Nacional fueron capturados siete de los presuntos integrantes de la estructura. Otro de los indiciados, Yamid Garzón Mayor, se entregó a las autoridades.
Entre los judicializados está el señalado determinador, identificado como Serafín Ardila González. Este hombre sería el coordinador de todo lo relacionado con la tala, transformación y distribución del recurso, y de entregarles dinero a algunos funcionarios para que le permitían ejercer la actividad ilegal y alertaran sobre las operaciones de la fuerza pública en la región.
Una fiscal de la Dirección Especializada para los Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente presentó a los detenidos ante un juez de control de garantías y les imputó los delitos de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales, concierto para delinquir agravado, e invasión de áreas de especial importancia ecológica.
Los elementos de prueba indican que ‘Los Taladores’ habrían arrasado con 750 hectáreas de diferentes especies arbóreas como cabo de hacha, achapo, dormidero, milpo y yopo, en las veredas Japón y Nueva Primavera, en el área de especial protección ambiental.
En estos puntos, al parecer, disponían de la madera y la trasladaban en vehículos de tracción animal a puntos de acopio clandestino, donde la convertían en vigas, tablas y trozas. Posteriormente, movían el producto a San José del Guaviare y El Retorno para elaborar listones y muebles que eran comercializados a contactos en Bogotá, Villavicencio (Meta) y otras ciudades del centro y oriente del país.
Además de Ardila González, los demás investigados son: Dora Melba Camelo, quien tendría a su cargo la logística para el transporte y la venta ilegal de la madera; Yamid Garzón Mayor, señalado socio del cabecilla, encargado de conseguir los salvoconductos para soportar el traslado de los listones; Omar Augusto Sierra y Johan Alirio Amaya Sánchez, presuntos responsables de contactar a los trabajadores que obtenían la madera en la Reserva Nacional Natural Nukak; y Juan Pablo Quiñónez, Julio Israel Aguirre y Rodrigo Espitia Gachagoque, posibles transportadores del recurso.
De los ocho procesados, Yamid Garzón Mayor aceptó los cargos formulados por la Fiscalía en su contra.