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20 enero 2025
A través de una carta abierta al alcalde de Cartagena Dumek Turbay Paz, la Trabajadora Social, Laura Sofia De Arco Torres, le pide brindarle mayores oportunidades a la comunidad del barrio Fredonia, y en particular apoyar una iniciativa de «refuerzos escolares» que realiza en el patio de su casa junto a su señora madre y en beneficio de muchos niños y niñas de esa zona de la ciudad.
Señala en su misiva, que es hora que el distrito apoye a su barrio asignándole partidas y programas sociales que redunden en beneficio de su comunidad y señala que la falta de oportunidades laborales no solo afecta nuestra economía, sino también nuestra salud mental.
Carta Abierta al alcalde de Cartagena: Dumek Turbay Paz
Soy una joven cartagenera del barrio Fredonia, un lugar lleno de talentos y de personas que, a pesar de las adversidades, resisten y se las ingenian para salir adelante. En diciembre de 2023, me gradué como Trabajadora Social de la gloriosa Universidad de Cartagena, cargada de sueños y expectativas, especialmente relacionadas con el futuro de mi comunidad.
Sin embargo, en diciembre de 2024 cumplí un año de haberme graduado y también de conocer la cruda realidad del desempleo . Durante este tiempo, pensamientos intrusivos me despiertan a las tres de la mañana y me hacen reflexionar: “Llevo un año de un ‘hueco’ laboral, ya debería estar cotizando pensión, no voy a alcanzar, tengo que buscar otras opciones laborales…”. Soñar en este país, cuando no tienes ese capital social del que tanto habla Bourdieu, cuesta y eso lo pagas con tu salud mental.
En 2024, inicié un proyecto de refuerzos escolares en el patio de mi casa junto con mi madre, quien por más de 40 años se ha dedicado a esta labor en la comunidad, cobrando 3.000 pesos por clase. Con esa pequeña contribución y otras alternativas de rebusque, logramos sostenernos durante ese difícil año. De esos encuentros educativos surgió la idea de crear un grupo para trabajar los valores con los niños, reuniéndonos todos los sábados en el mismo patio con la intención de dejar una semilla en sus vidas.
Ahora en 2025, aunque me dicen que no gano nada preocupándome, no puedo evitar sentir angustia. Estoy sin una fuente de ingresos estable y me inquieta que los niños no puedan seguir asistiendo a las clases, no solo por lo que representa el aporte, sino también porque me duele que, lastimosamente, hay niños que ingresaron sin saber leer y llevan un proceso que podría retroceder si se les dificulta asistir. Esto sería un golpe para su desarrollo.
Recuerdo a tantos jóvenes de mi comunidad que, como yo, nos hemos formado en carreras afines a las ciencias sociales y humanas, con la esperanza de contribuir a nuestros espacios. Sin embargo, al salir al mundo laboral nos encontramos con una cruel realidad: los espacios que deberían ser para nuestra comunidad, como la biblioteca pública de Fredonia, un símbolo de nuestras luchas, hoy son ocupados por personas externas. Esto ocurre a pesar de que nuestra comunidad cuenta con personal altamente capacitado que podría desempeñar estos roles.
Exigimos que se revise la política de contratación del IPCC para las bibliotecas y que también se tenga en cuenta que los cargos como coordinador y apoyo podrían ser ocupados por personas de nuestra comunidad, quienes conocemos de primera mano la realidad de Fredonia.
Señor alcalde, la falta de oportunidades laborales no solo afecta nuestra economía, sino también nuestra salud mental. Muchos jóvenes en Fredonia comparten este sentimiento de desesperanza. Por ello, le hago un llamado para que escuche nuestras voces, valore nuestro talento y gestione iniciativas que permitan a los habitantes de nuestra comunidad acceder a empleos dignos y oportunidades que nos ayuden a construir un futuro mejor.
Atentamente,
Laura Sofia De Arco Torres
Trabajadora social & Residente del barrio Fredonia.