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Esta historia destaca el papel de un verdadero héroe, dispuesto a arriesgar su vida por los demás y a luchar por la seguridad y el bienestar de su comunidad.
Por: Emilio Gutiérrez Yance
Hace siete años, la Represa de Guatapé, en Antioquia, fue escenario de una tragedia que dejó a todo un país en shock. El subintendente de la Policía Nacional y para entonces, jefe de la Unidad Multimodal de la Seccional de Tránsito y Transportes de Antioquia, Dairo De Jesús Tobón Arrubla, nos comparte su experiencia personal en aquel fatídico día, cuando una embarcación artesanal de cuatro pisos, conocida como «El Almirante», se hundió inesperadamente en las frías aguas de esa zona turística.
El 25 de junio de 2017, la jornada prometía un día de sol y diversión para los numerosos turistas que se habían embarcado en «El Almirante», sin embargo, lo que debía ser un paseo inolvidable se convirtió en una pesadilla.
Según Tobón Arrubla, el momento en que el barco comenzó a hundirse fue caótico e inimaginable. La embarcación, que transportaba a 180 personas, se volcó de manera repentina, sumergiéndose rápidamente en las profundidades de la represa.
El subintendente recuerda haberse lanzado al agua de inmediato junto a otros efectivos de la Policía, así como algunos lancheros que se encontraban en la zona. Las labores de rescate fueron realizadas de manera frenética, mientras el tiempo se agotaba y la desesperación se veía reflejada en los rostros de los sobrevivientes. A pesar de los peligros, el valiente suboficial coordinó la operación de rescate demostrando su compromiso con el prójimo y su amor por la Institución en la que sirve hace 22 años.
Desafortunadamente, la tragedia dejó nueve personas fallecidas y decenas de heridos. Las imágenes y los testimonios de aquel día se grabaron en la memoria de todos los presentes, y la noticia se esparció rápidamente a nivel nacional e internacional.
Para Tobón Arrubla, quien aún carga con el peso emocional de aquella tragedia, la experiencia fue traumática y cambió su perspectiva sobre su labor como miembro de la Policía Nacional. A través de su testimonio, busca crear conciencia sobre la importancia de la seguridad en las embarcaciones y la responsabilidad que tienen los ciudadanos al momento de elegir cualquier medio de transporte. Dairo De Jesús Tobón Arrubla, personifica el espíritu de los verdaderos héroes y su historia es un ejemplo inspirador de coraje y entrega.
La tragedia vivida hace siete años sirve como un recordatorio constante de los riesgos involucrados en la navegación y la importancia de seguir todas las medidas de seguridad necesarias.
Para Tobón Arrubla, recordar aquellos momentos de angustia y dolor es una forma de rendir homenaje a las víctimas y buscar que esta tragedia no se repita en el futuro. Su valiente testimonio es un llamado de atención para que todos los involucrados en el turismo acuático prioricen la seguridad y la prevención, salvaguardando así la vida de quienes desean disfrutar de estas bellezas naturales.
SU HISTORIA
A lo largo de sus 22 años de servicio en la Policía Nacional, Tobón Arrubla ha enfrentado numerosos desafíos y situaciones peligrosas. Desde un ataque guerrillero hasta la amenaza de delincuentes a su familia, ha demostrado su coraje y fortaleza en cada situación.
Es un hombre proveniente de Concordia, Antioquia, nació en circunstancias difíciles. Criado por sus abuelos paternos, tras el asesinato de su padre, encontró en su tía Edilma Tobón, una guía y el apoyo necesario para seguir adelante y continuar estudiando. Con gratitud hacia ella, forjó su resiliencia y determinación desde temprana edad.
Siendo un bachiller y cuidando carros en Medellín, se enteró de una convocatoria para ingresar a la Policía como auxiliar. A pesar de los obstáculos y de que en un principio no lo querían aceptar, el joven logró impresionar a los reclutadores con una trova que cantó en el grupo, lo cual finalmente le garantizó su ingreso. Desde entonces, comenzó su carrera en la Institución, evolucionando gradualmente.
Su compromiso y valentía se pusieron a prueba en varias ocasiones. Apenas ocho días después de graduarse como Policía en el Valle del Cauca, tuvo que enfrentarse a un ataque por parte de guerrilleros mientras apoyaba a sus compañeros. A pesar de la adversidad, Dairo se mantuvo firme y ha logrado superar numerosas situaciones difíciles a lo largo de su servicio en la Policía Nacional.
A pesar de haber sentido la tentación de renunciar en momentos difíciles, como en la época del «Plan Pistola» en la que varios de sus compañeros fueron vilmente asesinados, Dairo encontró la fuerza para seguir adelante gracias a su fe en Dios. Incluso en medio de la pandemia por Covid-19, cuando el enemigo silencioso amenazaba constantemente, se mantuvo firme y comprometido con su labor. Actualmente trabaja en el Departamento de Policía Bolívar.
Estar junto a su familia en Navidad y fin de año es lo que más alegría le proporciona, además de prestar ayuda a quienes más lo necesitan, Dairo también siente satisfacción al participar en operativos que arrojan resultados positivos. Su meta es ascender a comisario, y cuenta con el apoyo incondicional de su esposa y sus tres hijos.
Ha enfrentado desafíos personales en su tierra natal. En Antioquia delincuentes amenazaron a su esposa, situación que demuestra los peligros a los que se enfrentan los valientes Policías que arriesgan sus vidas en beneficio de la comunidad.
Su experiencia en la tragedia de la Represa de Guatapé dejó una marca indeleble en su vida, demostró su capacidad de respuesta rápida y su disposición para salvar vidas, a pesar de los peligros que implicaba.