Por: Freddy Machado
Duele el suicidio de un servidor judicial. Duele porque cada vez son más frecuente estás noticias tristes y no vemos la oportuna reacción de los gerentes de la justicia.
Los gerentes de la justicia (Fiscalía y @Judicatura) se han dedicado a “convivir” con estos “casos” de suicidio, que se relacionan con la salud mental de los servidores y como empleadores, solo se limitan a expedir un comunicado a la opinión pública, lamentando el insuceso, deseando mucha fortaleza a sus familiares y enviando abrazos a los amigos y allegados.
– La vida sigue… – Dirán ellos, como siguen corriendo los “términos judiciales”.
Insistimos, los gerentes de la Rama Judicial (Fiscalía y @Judicatura) y la misma ARL, no reaccionan. La “bomba de tiempo” de la congestión judicial sigue reinando y hace parte del día a día de los palacios de justicia. El tema siempre pasa de agache y, al contrario, la carga emocional la asumen los servidores judiciales pues son ellos los que reciben las críticas y la tensión por los archivos, preclusiones por prescripción y vencimientos de los términos de los procesos.
Las organizaciones sindicales están cansadas de denunciar los excesos en los casos de acoso laboral, la imposición de metas inalcanzables, las limitaciones en las plantas de personal, la falta de equipos y de tecnología así como las fallas en la infraestructura, fallas que van desde ascensores obsoletos, falta de baños, salas de audiencias insuficientes y hacinamiento en las oficinas.
Sin embargo, no son escuchados.
Y si se plantea una protesta, inmediatamente saltan todos los estamentos sociales a recordarnos que la justicia es un servicio público esencial y más…
El año pasado se cuestionó a la Corte Constitucional por haber compulsado copias con el fin de que se investigara disciplinariamente a los servidores judiciales (juzgados) que no enviaron oportunamente las tutelas para su revisión. Nos preguntamos: ¿en esa alta Corte se desconoce que los juzgados tienen una carga laboral en exceso pues no se les fija una cifra razonable de procesos que impida se abuse de sus servidores?
Siempre se ha dicho que un juzgado, una fiscalía y una policía judicial con más de 120 procesos, cuadernillos o misiones de trabajo -y es mucho-, no son viables pues esos despacho asume una carga que sobre pasa a sus posibilidades y no olvidemos que “nadie está obligado a lo imposible”.
Y, como la gerencia de la justicia no gestiona ni el gobierno mejora las condiciones laborales de los servidores judiciales, la Corte Constitucional en vez de “atacar” a los judiciales, está en mora de declarar “el estado de cosas inconstitucional” en la justicia para ver si el Ejecutivo se decide a realizar los aportes presupuestales suficientes con el fin de ampliar las plantas de personal en el sector judicial y que de esta manera, se rebaje la carga laboral en procura de que mejore su salud mental y que se mejore el acceso a la justicia en favor de los usuarios. Esperemos que con la inyección de recursos que se reclama, esta vez la gerencia de la justicia amplíe la planta de personal de los juzgados y no desvíe tales recursos con destino a otras instancias.
Finalmente, paz en la tumba del funcionario judicial fallecido en Girardot.
