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Por Juan Rincón Vanegas
El Rey Vallenato y célebre compositor, Omar Antonio Geles Suárez, ha tenido una vida llena de triunfos en su carrera musical, aunque al comienzo las dificultades eran el pan de cada día, pero su mamá ‘La Vieja’ Hilda Suárez Castilla, fue la gran heroína que le puso el pecho a la brisa y batallando sacó adelante a su familia.
Un recuento de esa historia la contó el propio Omar en la canción ‘Los caminos de la vida’, esos que no son como se piensa o se cree. Logro hacer una clara descripción de todos los padecimientos que sufrieron, pero con el paso del tiempo se anexaron muchas alegrías que fueron vitales para cantar victoria.
En constantes los diálogos con Omar Geles sobre la variedad de sus cantos, hizo énfasis en uno que tiene una pesada carga de mentiras y que lleva por nombre ‘Que vaina tan difícil’, grabado por Diomedes Díaz con Álvaro López en el año 2013.
“Yo puedo soportar 20 días de hambre, un año sin plata, un día sin aire. Yo puedo caminar con el sol caliente, a pie descalzo del Valle a Barranquilla sin importarme”…
Hipérboles de amor
A Diomedes Díaz le llamaron la atención esas mentiras, porque tenían el encanto que ponía en línea recta a los corazones. De igual manera, a Omar Geles le causó curiosidad el comentario de las famosas mentiras llevadas a una canción, pero el compositor Rosendo Romero, quien estaba escuchando la charla, intervino para precisar. “Eso no se llama mentiras, sino hipérboles”.
Enseguida comenzó su clase de español, o como lo aseveró él mismo “de castellano”, haciendo un resumen del significado de esa palabra. “Según la lengua castellana, Hipérbole es una figura retórica de pensamiento que consiste en aumentar o disminuir de forma exagerada lo que se dice”. Se arregló el sombrero, y más serio aún indicó que muchos sin conocer la palabra lo hacen a diario, aunque lo más fácil es decirles mentiras. Al maestro ‘Chendo’ se le aplaudió la exposición.
Hipérboles amorosas
“Ay, puedo sobrevivir a las calumnias, a los envidiosos, a un mal amigo. Yo puedo perdonar al que me roba y me maldice, haciéndole el bien sin importarme”…. Por amor, el compositor se volvió protagonista de una interesante novela cantada, donde derramó su corazón para exaltar a una mujer, ese motivo especial que hace brotar la mejor nota en el pentagrama del sentimiento.
Precisamente, cuando letra a letra la crónica se estaba armando, mi hijo menor, Juan Miguel Rincón Ferrer, quien se encontraba a mi lado leyendo las frases que iban resucitando en la pantalla del computador, manifestó: “Papá, es cierto, eso se llama Hipérbole. A mí me pusieron en el colegio una tarea, y escribí: “Con mi mamá, me armé de coraje y juntos nos saltamos las páginas de un libro”. Enseguida, soltó soberana carcajada.
Mentiras, exageraciones o hipérboles, lo mejor es que podemos traer a colación el título de la canción: ‘Que vaina tan difícil’… “Pero vaina difícil es vivir sin ti, mi corazón lo tengo acostumbrado a ti”, toda una declaración amorosa, así las mentiras floten en el ambiente y se conviertan en hipérboles, donde una mirada puede desencadenar en aquello que llaman pasión.
Cantos del día a día
En esa charla extensa con Omar Geles, él aprovechó para contar ciertas historias de sus canciones que son un verdadero testamento escondido en su alma, y al pasar a su memoria se cantan en silencio. Ese silencio que nadie puede interrumpir porque de inmediato huye la inspiración.
De inmediato entregó su concepto. “Todas las canciones que hago tienen su origen en la realidad. Algunas veces, demoran guardadas por la cantidad que hago, pero otras salen con tanta fuerza que no se detienen. Todo se debe a la pasión que tengo por la música y eso es vital para vencer los obstáculos que han sido muchos, pero siempre agarrado de la mano de Dios”.
Volvió a hacer énfasis en la canción ‘Que vaina tan difícil’ y anotó. “Después de vivir un episodio de amor, me dí cuenta que el corazón estaba en el lugar indicado. Había que hacer una canción y se me ocurrió echar esas mentiras como dice Juan Rincón. Compuse esa canción hermosa, que no más se la hice escuchar a Diomedes Díaz se quedó con ella, y la convirtió en éxito al lado de Alvarito López”.
“Toque el acordeón”
En la mencionada charla se tocó el tema de la discusión sostenida con Diomedes Díaz, en una presentación en el año 2005, donde ‘El Cacique de La Junta’ lo mandó a tocar el acordeón, y no a cantar como Omar quería.
Ese memorable episodio quedó en el anecdotario, porque después vino el reconcilio y todo quedó atrás. De esa manera, Omar Geles le entregó varias canciones que se convirtieron en éxito. “Eso fue algo que no debió pasar, pero después hablamos, nos abrazamos y volvimos a tener esa amistad sincera”, recordó el cantautor.
Precisamente, trayendo a su memoria aquel altercado sucedido en el año 2021 Omar Geles grabó al lado de Rolando Ochoa la canción de su autoría, ‘Toque el acordeón’, donde se recrea una parranda exaltando a Diomedes Díaz como ‘El papá de los pollitos’. Además, se repite el famoso verso: “Como Diomedes no hay otro, ese nunca nacería, y si nace no se cría y sí se cría se vuelve loco”. Y le añadió uno más: “Me dicen que loco soy, porque no tengo fortuna, pero brillo como el sol y alumbro como la luna”.
El talento de Omar Geles se encontró en los caminos de la vida con Diomedes Díaz, quien supo darle el más grande brillo a sus canciones para que se proyectaran en el universo vallenato. En ese listado están: ‘No intentes’, ‘La falla fue tuya’, ‘Pueda ser que no me extrañes’, ‘Con mucho gusto’ y ‘Que vaina tan difícil’, donde pocas veces las mentiras de un enamorado se convirtieron en éxito, logrando que el sentimiento se expresara envuelto en canto. Hoy, todo es historia plasmada en los recuerdos del ayer y con la verdad escrita.
Omar Antonio Geles Suárez al final citó el Salmo 126, versículo cinco, donde se calca toda su historia, pero sin mentiras: “El que siembra entre lágrimas, recogerá sus frutos con gritos de alegría”…