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Por Ricardo Gutiérrez Gutiérrez
La vida de Mauricio Portnoy Cantillo es un ejemplo vivo de equilibrio entre el amor por la familia, su pasión por el periodismo, la música vallenata y el deporte. Nacido en Fundación, Magdalena, y radicado en Cartagena, se ha convertido en un referente cultural y social de la Costa Caribe. Su capacidad para preservar y difundir las tradiciones que enriquecen a la región, lo ha consolidado como un embajador de sus raíces.
Desde Cartagena, una ciudad que combina historia, cultura y encanto colonial, Mauricio ha proyectado su labor como cronista, periodista radial y promotor cultural. Como director del programa Noticiero El Vigía, ha abordado con valentía la problemática social y política de su entorno, destacándose por su estilo directo y reflexivo. Su enfoque analítico ha ganado la confianza del público, posicionándolo como una voz influyente y comprometida con la transparencia y la justicia social.
La infancia de Mauricio en Fundación, conocida en su apogeo como la «Esquina del Progreso», marcó profundamente su vida. Esta población, epicentro de comercio y cultura, prosperó gracias a la influencia de la United Fruit Company, que lideraba el cultivo y exportación de banano hacia Estados Unidos y Europa. Fundación también era escenario de vibrantes festividades y de los legendarios encuentros de acordeonistas en el Hotel Buenos Aires, un lugar emblemático ubicado en la carrera 8 con calle 12. dirigido por su propietario Marco Tulio Barrera, donde se reunían figuras destacadas quienes cautivaban al público con su destreza en el acordeón, dejando un legado que aún perdura.
Fue en este entorno donde nació su pasión por el vallenato, un género que define como la esencia misma del alma caribeña. En Fundación se reunía frecuentemente con grandes juglares como Pacho Rada, Abel Antonio Villa, Juancho Polo Valencia, Leandro Díaz, Lorenzo Morales, y Luis Enrique Martínez, Armando Zabaleta, Chema Martínez, cuyas melodías forjaron en él un profundo amor por este legado cultural.
A lo largo de su vida, Mauricio ha establecido estrechos lazos con los grandes exponentes de la música vallenata, como los Hermanos Zuleta, Alfredo Gutiérrez, Jorge Oñate, Diomedes Díaz y Adolfo Pacheco Anillo. Su relación con el hijo del Viejo Miguel, permitió la difusión de obras emblemáticas como La hamaca grande, consolidándolo como un embajador cultural de la música vallenata. Desde Cartagena, su labor de promoción de la música vernácula, lo ha posicionado como un conocedor respetado, inspirando a nuevas generaciones a valorar y preservar este invaluable patrimonio.
El Colegio Fernández Baena, donde cursó sus estudios y posteriormente ejerció como Prefecto de Disciplina, fue una etapa clave en su formación. Allí interactuó con jóvenes de diversas regiones, fomentando un sentido de unidad y afianzando su compromiso con la educación y la identidad cultural de la Costa Caribe.
Los valores de disciplina, liderazgo y unidad que Mauricio Portnoy cultivó en su juventud se convirtieron en pilares de su compromiso con la promoción de la cultura regional. A través de tertulias constantes, ha tejido vínculos sólidos entre ciudades clave como Fundación, Valledupar, Cereté y Montería, consolidando relaciones profundas con figuras destacadas del folclor y del ámbito empresarial, como Jorge y Emilio Negrete, Julio Manzur, Emiro Barguil y Julio Oñate Martínez. Unidos por una visión común, trabajan para preservar y enaltecer el valioso legado cultural que define la esencia de la Costa Caribe.
En el plano personal, Mauricio es el eje de un hogar cimentado en el amor, la comprensión y el respeto mutuo. Su sólida relación con su esposa Noris y el vínculo afectuoso que mantiene con sus hijos, que viven en el extranjero, son un reflejo de la fortaleza y armonía de su núcleo familiar. Este mismo espíritu lo transmite a las comunidades, donde su liderazgo y su trato empático lo han convertido en una figura profundamente admirada.
El deporte es otra de sus grandes pasiones. Para Mauricio, no es solo una actividad física, sino un escenario para aplicar valores como el trabajo en equipo, la resiliencia y la disciplina, principios que trascienden lo deportivo y lo inspiran en cada aspecto de su vida.
Mauricio Portnoy Cantillo encarna los valores esenciales de la Costa Caribe: integridad, entrega a la cultura y compromiso inquebrantable con el desarrollo comunitario. Como periodista visionario, promotor apasionado de las tradiciones, amante del deporte y líder social ejemplar, su influencia trasciende fronteras. Su labor no solo enaltece el legado histórico y cultural de la región, sino que también fortalece con determinación, la identidad de un pueblo orgulloso de su riqueza, su herencia y su espíritu indomable.