Una completa investigación basada en la percepción que tienen los vendedores informales de Cartagena sobre los efectos socioeconómicos de la migración venezolana en la ciudad, es adelantada por la Universidad de Cartagena, a través del Grupo de Investigación de estudios para el desarrollo regional GIDER liderado por el doctor en ciencias sociales y jurídicas Francisco Javier Maza Ávila.
Teniendo en cuenta el gran proceso migratorio de venezolanos hacia Colombia a raíz de la situación socio política del vecino país, esta investigación busca conocer como los vendedores informales de Cartagena se ven afectados por la inserción de los migrantes del vecino país en la dinámica económica informal de nuestra ciudad, todo esto teniendo en cuenta que, según cifras del DANE, en la región caribe colombiana más del 55% de las personas desarrollan actividades desde la informalidad, generando saturación de la oferta de productos y servicios en la principales ciudades del Caribe colombiano.
“Para desarrollar la investigación, aplicamos un cuestionario a una muestra representativa de vendedores nacidos en Colombia, que desempeñan actividades informales en dos puntos fundamentales de Cartagena de Indias, el primer punto fue el centro histórico y el segundo fue la zona de playas de Cartagena. Las preguntas le fueron formuladas a 301 vendedores informales y el cuestionario utilizado estuvo compuesto por 42 preguntas divididas en 6 componentes de aspectos sociodemográficos del vendedor informal colombiano”, afirmó el investigador Maza Ávila.
El cuestionario aplicado a los vendedores informales en el centro histórico y en playas de Bocagrande, El Laguito y Castillogrande está compuesto de los siguientes componentes: aspectos sociodemográficos, descripción de la actividad informal desarrollada por el vendedor, conocimiento acerca de la inmigración venezolana, percepciones sobre los efectos económicos de esta migración, percepciones sobre los efectos sociales, acciones implementadas para aminorar efectos.
En cuanto al rango de edad, el 73% de las personas encuestadas fueron adultos medios, el 78% sobre el género de los encuestados fueron hombres, el 23% mujeres y el 0,67% correspondió a otro tipo de orientación sexual. Sobre el estado civil el 42% de los encuestado dijo vivir en unión libre, 31% dijo ser soltero y un 19,27% aseguró estar casado. El 94,68% dijo vivir en el distrito de Cartagena. En cuanto al grupo o pertenencia étnica el 23,59% es afrodescendiente, el 22,26% mestizo y el 4,32% indígena.
Sobre los resultados de la investigación el académico Francisco Maza Ávila se refirió de esta manera: “En materia de la valoración de los efectos económicos, los vendedores informales manifiestan que se han visto afectados en sus niveles de ingreso, en sus ventas totales e incluso en el número de clientes, de hecho, en cuanto a la orientación de dicho efecto en el 89,88% manifestó que había visto disminuir sus niveles de ingresos. Por su parte el 87,87 % de ellos señalan que sus niveles de ventas totales disminuyeron y Asimismo el 75,19 % manifiesta que han visto incrementar el número de competidores cercanos”.
Además el investigador acotó lo siguiente “En cuanto a los efectos sociales percibidos la mayoría se concentra en efecto asociados al estrés laboral, los vendedores se sienten más estresados en materia de la consecución de la venta de sus productos, también sienten que ahora tienen mayor requerimiento en materia de inspecciones por parte de las autoridades, sobre todo por haberse incrementado relativamente el número de vendedores, a cuando no existía una mayor presencia de migrantes, además afirman que hay una mayor ocupación del espacio público, y sobre todo se perciben más inseguros en el momento de desarrollar su actividad en su sitio de trabajo”.
La investigación también arroja otros resultados importantes y que merecen toda la atención del Gobierno Distrital de Cartagena y del Gobierno Nacional, como este: El 51% de los vendedores informales encuestados está en desacuerdo con que el Gobierno Nacional permita que las personas oriundas de Venezuela vengan a vivir a Colombia, y el 20,67% está de acuerdo con esta decisión del gobierno. El 69% de los encuestados creen que la presencia de personas venezolanas tiene un efecto negativo en la economía local, y solo un 6,33% dice que esta presencia tiene un efecto positivo. El 66,22% dicen que la presencia de personas venezolanas en Cartagena, hacen de la ciudad un peor lugar, mientras que solo el 2,68% dice que los venezolanos hacen de Cartagena un mejor lugar.
“Lo preocupantes de los resultados de la investigación es que muestra indicios de xenofobia por parte de los de los vendedores informales oriundos de Colombia, y creo que en materia de acciones de política pública es importante que el gobierno distrital, departamental y nacional aumenten las acciones para poder garantizar una convivencia entre los vendedores informales colombianos y los venezolanos, en general creo que eso es una acción que debe desarrollarse para todos los vendedores informales en Colombia” Explicó Francisco Maza sobre los resultados.
El investigador concluyó exponiendo que el proceso migratorio de colombianos hacia Venezuela en los años 70’s y 80’s se presenta nuevamente, pero de forma inversa y con características diferentes por lo que, para Maza Ávila, la tolerancia y el respeto deben ser los elementos predominantes en esta situación.