Nancy Esther Naar Jaramillo, conocida cariñosamente como Mamá Nancy, falleció anoche en la Clínica General del Norte de Barranquilla. Reconocida como una incansable defensora de los derechos humanos y una madre para los más necesitados, su partida deja un vacío inmenso en la comunidad.
Mamá Nancy, como era popularmente conocida, dedicó su vida a servir a los más vulnerables en Barranquilla. Su labor comenzó hace muchos años con su proyecto personal, La Línea de la Ternura, un espacio de escucha y apoyo para quienes más lo necesitaban, este proyecto se convirtió en un refugio para personas en situación de calle, privados de la libertad y trabajadoras sexuales, quienes encontraban en ella no solo ayuda, sino también un consuelo maternal, evitando así innumerables susidios.
La líder social fue merecedora de innumerables reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Derechos Humanos otorgado por la Fundación Foro Cívico, bajo la dirección de don Alberto de Antonio, y múltiples exaltaciones por parte de la Gobernación del Atlántico. Su dedicación y esfuerzo incansable fueron testimonio de su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos.
Recientemente, la ciudad se conmocionó al enterarse de que Mamá Nancy necesitaba donación de sangre, un llamado que movilizó a toda la comunidad barranquillera, demostrando el profundo impacto de su obra en la vida de muchos.
Nancy Esther Naar Jaramillo, quien vivió para servir, será recordada como una madre de corazones y esperanzas. Su legado perdurará en cada vida que tocó y en cada rincón de Barranquilla será recordada también por su buen humor y cariño. Hoy, la ciudad despide a una verdadera heroína de los derechos humanos, con la promesa de seguir su ejemplo de solidaridad y entrega.
