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Víctima de un infarto murió en la madrugada de hoy Manuel «Mañe» Vargas, una de las voces más reconocidas de la radio, pionero en programas de música salsa y novembrinos, fue un ícono de las Fiestas del 11 de Noviembre en Cartagena y también fue Lancero de esas festividades.
El pasado 1 de enero celebró sus 81 años y últimamente había tenido quebrantos de salud por lo que llevado a una clínica hace varios días y fue allí tras un estudio le detectaron obstrucción de las vías respiratorias y anoche le dieron dos infartos que acabaron con la vida de este virtuoso de la radio cartagenera, le dijo a Mundo Noticias, el periodista y amigo, Luis Payares.
Recordó que «Mañe» Vargas, fue el primer locutor en poner al aire un programa de salsa en la radio cartagenera y además el famoso programa «Pica, Pica Novembrino», hace más de 50 años.
A los 15 años se inició como picotero en El Isleño, donde aprendió a anunciar las canciones y saludos, lo que le hizo perder el miedo a hablar en público y así poco a poco fue ganando espacio hasta llegar a la radio, de la cual no salió hasta sus últimos días.
«Mañe» Vargas, trabajó en Radio Vigía, Voz de Las Antillas, Emisora Fuentes, Radio Reloj, Radio Súper, RCN Radio, Voz de La Victoria y en Colmundo Radio, donde terminó su trasegar radial.
El también periodista y amigo Luis Manuel Madero publicó en redes sociales: «El grupo de talentos radiales de Colmundo Radio Cartagena lamenta el fallecimiento de la «Catedra», Mañe Vargas; fue esta la estación radial donde termino su recorrido Manuel Vargas Caballero, con sus programas «Mi costa Caribe», «Pica Pica Novembrino» y «Campanitas de navidad»; quien en el mismo horario magistralmente adaptaba a cada época. Por siempre te recordaremos, mi hermano, llega con la misma alegría y felicidad a la diestra del Señor como lo hiciste con la «Radio que te acerca».
Julie Parra Benítez, del diario El Universal publicó el 04 de noviembre de 2018 una semblanza de este virtuoso hombre de la radio cartagenera.
Mañe Vargas transmitía el desfile de la Independencia como todos los años. Trabajaba con Emisoras Fuentes y se reía, cantaba y hacía las veces de “payaso”. Era el mismo Mañe de siempre, ese hombre apasionado y alegre de la radio cartagenera que cada año, sin falta, promueve las Fiestas Novembrinas desde sus micrófonos. Pocos sabían que, mientras todos bailaban y gozaban, Mañe cargaba una procesión por dentro, su corazón estaba hecho trizas: su madre acababa de morir. Ese día, hace ya ocho años, no encontró quien lo reemplazara y le tocó salir al aire mientras su familia se encargaba de los pormenores del sepelio. “Esa fue una de las cosas más berracas que he vivido”, dice.
Cartagena, noviembre y sus fiestas lo han enamorado siempre. Y, casualmente, para esa fecha ha afrontado los dos episodios más terribles de su vida. “Hace 12 años, también durante una transmisión del bando, tiraron una bolsa con agua y me pegó en el ojo izquierdo. Me hicieron un mal procedimiento durante la cirugía y lo perdí, lo perdí en son de trabajo novembrino. Tengo una prótesis”, afirma Mañe, sin dejar de aclarar que por eso siempre usa gafas y que tiene una colección en su casa. “Tengo bastantes y dependiendo de la ocasión, así me las pongo”.
Pero para él estos son gajes del oficio y por más que sufra traspiés, nunca ha contemplado alejarse de las Fiestas ni dejar su oficio. “Al contrario, eso me dio ánimo. Claro que al comienzo sí me dio duro acostumbrarme a un solo ojo y de pronto sentí un poquito de complejo porque pensé que me iban a mamar gallo, que me iban a decir ‘tuerto’ o alguna vaina, pero la gente me quiere. Yo voy pa’lante, porque sigo siendo el mismo. Al año siguiente me fui a cubrir el bando”, cuenta.
Si algo le apasiona a Mañe Vargas es la radio. No en vano tiene más de 50 años compartiendo con los cartageneros a través de los micrófonos. Pero más allá de eso, hay algo que asegura amar y que, sin duda, está ligado a su esencia. Quien conozca a este hombre jacarandoso sabe bien que las Fiestas Novembrinas son su “delirio”.
Todos los años, de manera ininterrumpida, se alista desde agosto para empezar a prender las fiestas con su voz, sus comentarios, su bagaje, con mucha música y con su “chusma”, que lo secunda no solo en sus transmisiones, sino también en sus locuras fuera de las cabinas.
Muy pocos lo identifican como Manuel Antonio Vargas, nombre que motivó un reclamo a su madre y que, incluso, cambió cuando hacía el bachillerato en el Liceo Bolívar. Allá se hacía llamar William. “Es que mis dos nombres son bien feos, por eso me gusta que me llamen Mañe. A mí todo el mundo me conoce así, tú vas a mi barrio y preguntas por Manuel Vargas y nadie te dice nada, pero apenas dices Mañe Vargas te contestan: ‘¡Ah!, claro, él vive allá’. Se oye hasta bonito, ¿verdad?”.
Empezó en un picó
Mañe recuerda que a los 14 o 15 años se inició como picotero en el barrio Canapote. En el picó El Isleño, de un señor llamado Alfonso Cardales, ponía música tropical, las guarachas de Aníbal Velásquez, los discos de Alfredo Gutiérrez, de Los Melódicos, de Billo’s Caracas Boys. “Esa era la música que se escuchaba, y de vez en cuando una rancherita”, señala.
Pero explica que empezó a familiarizarse con los micrófonos, y a perder la pena y el miedo, porque le tocaba anunciar las canciones y las dedicatorias de los asistentes. De ahí saltó a la radio. “Ya cuando tenía unos 15 o 16 años se me dio la oportunidad, en Radio Miramar, de hacer unos turnos de amanecida y aprendí. Me metí empíricamente a la radio y ya llevo muchos años. Aprendí con maestros de verdad verdad, con profesionales como Alfredo Atencio Babilonia, Marcos Pérez Quintero, Ausberto Reinoso, el Pindo Sánchez, Adelmo Jiménez, y cuando tú aprendes con buenos maestros, eres buen alumno”.
A los 21 años hizo parte del programa radial ‘Los cinco locos en el aire’. “Cinco locutores con peluca salíamos a las calles todos los días. De ahí pasé a ‘Tiburón Novembrino’, con Alfonso Anaya, duré como cinco años más o menos, pero luego me di cuenta de que tenía que hacer mi propia empresa y comencé a trabajar como concesionario en Radio Vigía, cuando era el circuito radial ABC, Emisoras Fuentes y la Voz de las Antillas. En las tres emisoras trabajé como 15 años, luego pasé a Radio Reloj, a Súper Radio, trabajé con Caracol, luego pasé de nuevo a RCN y ahí tuve un triunfo con un programa fabuloso que se llamaba ‘El clan de la salsa’. Quien tenga 50 años lo recuerda, ese programa duró siete años, más o menos. Era la gran fuerza de los picós, Cartagena en ese tiempo tenía como cien picós y casi todos me llevaban música a ‘El clan de la salsa’. Después me fui para La Voz de La Victoria, de Marcos Pérez Quintero, y allí inventé otro programa de salsa, ‘Salsa de los barrios y salsa picotera’, eso también me dio mucha fuerza”, recuerda Mañe.
‘Pica Pica Novembrino’
Después de todo ese recorrido, Mañe Vargas decidió crear un programa que lo identificara y qué mejor que uno dedicado a las fiestas que tanto pregona querer. Así nació ‘Pica Pica Novembrino’. “Ese nombre viene por una canción (‘Pica Pica en Carnaval’), de Ángel Vásquez y El Niño Castellón, que dice: ‘me está gustando el Carnaval, me está gustando el carnaval, la rasquiñita, ¡ay!, qué pica pica’, que prácticamente es el himno del Carnaval de Barranquilla, y me pareció un bonito nombre para mi programa.
Ya son más de 40 años, desde que entra agosto, escuchando a Mañe Vargas en el popular programa que “pica, repica, mastica, embucha y desembucha el jaleo de las Fiestas del 11 de Noviembre”. Él se disfraza, sale a las calles y contagia a la gente de su alegría, para mantener viva la celebración más importante de Cartagena. Hoy, desde la cabina de Sistema Cardenal y con su particular pinta novembrina (una camisa de seda estampada, pantalón de lino, una boina colorida y sus infaltables gafas de sol), habla junto a su “chusma”, integrada por Tony Rosales, Luis Eduardo Amado, J.J Palafor, Cheito Romero y Toty Cantillo, sobre el ambiente festivo, las reinas, las actividades y más. Y no repara en llamar la atención sobre lo que considera incorrecto en plena transmisión, supongo que así ha sido siempre, en su extensa carrera en la radio, por algo le llaman ‘La Cátedra’.
MÁS SOBRE MAÑE VARGAS
“Conozco a Mañe hace 46 años, ha sido un maestro, un gran pedagogo en la comunicación. Es una persona correcta, honesta, humilde y muy alegre. En él siempre hay gozo y alegría, es una persona muy jolgórica”, expresó el locutor Luis Eduardo Amado Atencio.
También Lancero
Mañe Vargas fue Lancero de la Independencia en 2007, un título que se le otorga a quienes son considerados héroes de las tradiciones novembrinas. Ha recibido un sinnúmero de reconocimientos por su aporte cultural y su ejercicio en la radio en pro de las Fiestas de la Independencia de Cartagena y varios premios por sus disfraces. Hace ocho días, en un agasajo a los comunicadores, el IPCC le hizo una distinción por su trayectoria en la radio y su programa ‘Pica Pica Novembrino’.
Vida familiar
Mañe Vargas nació el 1 de enero de 1942 y se crió en la calle Las Palmas del barrio Getsemaní, donde vivió junto a sus padres, Manuel Antonio Vargas Castro y Juana Caballero de Vargas, y sus hermanos, Gladis, Adonilson, Juana Francisca y Noris del Carmen. Se casó y tuvo a sus hijas, Libia, Liliana y Leidy. Desde hace 35 años reside en el callejón Los Sapitos, en el Pie de La Popa, donde organiza un carnaval en el marco de las Fiestas de la Independencia.