Alcalde Dau saca pecho de sus obras
5 marzo 2022
El lunes comienzan sanciones por nuevo decreto de motociclistas
5 marzo 2022

Músicos incumplen normas en Centro Histórico de Cartagena

La ausencia de una política pública que ordene la actividad de los músicos en las calles del Centro Histórico, hoy tiene en serios problemas de salud al gestor cultural y empresario de servicios turísticos, Rolando Pérez, más conocido como “Lucho Colombia”.

Como es de conocimiento público “Lucho Colombia” se encuentra hospitalizado con diagnóstico delicado, luego de ser víctima de una lesión en el cráneo y rostro, tras ser agredido con un caracol lanzado por un artesano en medio de una riña entre músicos de calle y turistas en la Plaza Santo Domingo, donde el empresario quedó expuesto a la reyerta, sin estar involucrado en ella, en momentos que atendía a clientes de su establecimiento ubicado en esa zona de la ciudad.

Estos hechos lamentables son frecuentes en las calles del Centro Histórico, y en más de una oportunidad, el Colectivo Somos Centro Histórico ha solicitado a las autoridades de Cartagena desde la reactivación económica que los músicos sean ubicados en espacios de no uso residencial o institucional.

La postura del Colectivo de solicitar una política pública que organice las actividades de músicos en las calles del Centro Histórico ha sido constante desde que se lanzó el piloto del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, IPCC, que les habilita para ocupar el espacio público. En ese momento se encendieron las alarmas y se advirtió que con eso se permitía la presencia de los músicos de calle sin control, se dispararían los desórdenes, y con ello, riñas como la que hoy tiene en cuidados delicados la salud de Rolando Pérez.

Además, de las riñas que constantemente involucran a músicos de calle y otros prestadores turísticos informales, entre otros, es muy frecuente recoger quejas de ciudadanos y turistas víctimas de otras situaciones en el Centro Histórico como acoso y robos que señalan a estos actores.

Entre las conductas de los músicos de calles de la zona, la Policía señala que algunos de ellos son reincidentes en sanciones por mal comportamiento, se conoce el caso de un rapero con 28 comparendos.

El Colectivo Somos Centro Histórico ha solicitado en reiteradas ocasiones que se organice esta oferta cultural y se ponga en valor las prácticas culturales; que no se haga de manera desorganizada y sin respeto a las tradiciones; donde los residentes y usuarios del Centro Histórico sean actores importantes.

Insisten en que la turistificación debe ser detenida como lo ha señalado la UNESCO, pues el Centro Histórico es un organismo vivo y no un parque temático para turistas. Señalan que el turismo sostenible es aquel que es compatible con los habitantes del territorio y el que genera beneficios y ayuda a que permanezcan en su territorio. Proponen que la industria turística sea manejada de manera diferente para que Cartagena no siga señalada como un lugar de acoso y desorden.

En ese sentido, solicitan que los músicos sean ubicados en zonas donde se mitigue el impacto de la contaminación auditiva en la vida cotidiana de habitantes y usuarios. Para eso, se sugiere acoger lo establecido en el PEMP de las murallas, y se utilicen las zonas allí dispuestas para este tipo de actividades, y otras idóneas, tales como: la Explanada de las Bóvedas, Plaza de los Coches, Plaza de Cervantes, Plaza de la Paz, Plaza de la Aduana, Muelle de los Pegasos, Parque de la Marina y Parque del Manglar.

Otro punto, es el desconocimiento de cuál es la autoridad competente para organizar las actividades y el uso del espacio público, por un lado. Y por el otro, cuál controla la amplificación sonora que por ley nacional está prohibida en el espacio público, y la consecuencia es que la contaminación por ruido está desbordada en la zona.

Para el tema de amplificación sonora en espacio público citamos el ARTÍCULO 2.2.5.1.5.3 Decreto 1076 de 2015: Altoparlantes y amplificadores. Se prohíbe el uso de estos instrumentos en zonas de uso público, y de aquellos que, instalados en zonas privadas, generen ruido que trascienda al medio ambiente, salvo para la prevención de desastres, la atención de emergencias y la difusión de campañas de salud.

La utilización de los anteriores instrumentos o equipos en la realización de actos culturales, deportivos, religiosos o políticos requieren permiso previo de la autoridad competente, lo cual se registra en el Centro Histórico sin autorización, y por ello, se desconoce quién es la autoridad para meter en cintura a los infractores.