La gerente de Edurbe Fanny Guerrero salió al frente a las versiones que dan cuenta sobre supuestos ruidos y riesgos que esté generando entre la vecindad, las obras de demolición del fracasado proyecto habitacional Aquarela.
“Es falso que la obra se esté haciendo con altos riesgos sociales y ambientales, y mucho menos se está generando ruido. Precisamente, el método quirúrgico con el que se demuele, piso a piso, para así no afectar a las propiedades cercanas y al Castillo San Felipe, ha generado que algunos piensen que el proceso marcha lento. Por ende, es ilógico lo que denuncia la constructora”, indicó la funcionaria.
La gerente de Edurbe invitó invitó a cualquier ciudadano que tenga algún reparo sobre la obra a exponerla con el equipo de Atila, reconocida empresa que demuele el edificio, o en las oficinas, canales o redes sociales de Edurbe.
Agregó Guerrero que, como toda obra civil, sobre todo una demolición como esta, obviamente habrá cierto polvo que los fuertes vientos del sector lleven a algunas propiedades cercanas, pero esto no es algo constante o frecuente, y, además, esto fue socializado en todas las actas de vecindad, en conversaciones con la comunidad del área de influencia y con la opinión local, nacional e internacional.
El proyecto en su inicio contó con un cien por ciento de las actas de vecindad y ha tenido una socialización de los métodos de construcción y avances de la demolición con la comunidad. En cuanto al manejo de escombros, Edurbe no ha recibido quejas de vecinos a los que en algún elemento les haya afectado o dañado su propiedad.
El desmonte avanza ajustado a las normas de seguridad. A la fecha cuenta con las adecuaciones necesarias para evitar que partículas de escombros caigan al exterior de la obra.
“Resultante de las fuertes brisas que se han presentado, estos cerramientos se deterioran con facilidad por lo cual se reforzará el cerramiento del edificio en la zona baja y además se extenderá a todo el edificio la protección, lo cual se podrá ver en los próximos días”, expuso Fanny Guerrero.
Es de recordar que, con el fin de prevenir, reducir, controlar y mitigar de manera oportuna y eficiente los
potenciales impactos negativos y potencializar los impactos positivos de la obra en su área de influencia, dando cumplimiento a la normatividad ambiental vigente, la empresa Atila tiene un robusto Plan de Acción Socio Ambiental y de Seguridad y Salud del Trabajo.
Dicho documento puede ser consultado por cualquier ciudadano o entidad que le interese. Este plan contempla los lineamientos en cuanto al manejo de las relaciones con la comunidad, control del ruido y el manejo ambiental y eficiente de residuos solios provenientes de la obra.
Por último, la empresa Atila y Edurbe tienen todo un protocolo de gestión y aprovechamiento de los escombros hacia su disposición final.
“Planeamos la mejor manera de reinventar el uso del escombro para su aprovechamiento económico y social en barreras costeras, empresas que puedan aprovechar este material u otras acciones en beneficio de la comunidad. Que lo que alguna vez sirvió para afectar nuestro patrimonio, ahora tenga un uso de bien general”, puntualizó Guerrero.
