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No quiso ser reina para ponerse las botas de Policía

 

Desde muy pequeña decidió que lo suyo era ser Policía

Desde los 7 años Yorcelis Altazar Guzmán tiene un sueño que poco a poco se ha ido cristalizando; cuando era pequeña jugaba a policías y ladrones, siempre estaba del lado de los buenos. Es auxiliar de Policía pero quiere seguir esa carrera y alcanzar los máximos honores.

Yorcelis, de 21 años, tiene medio sueño cumplido, hoy diariamente patrulla las calles del municipio de Arjona, Bolívar, donde vive y a donde llegó desplazada junto con sus padres por la ola invernal que afectó a Maríalabaja, su tierra natal.

En Arjona ya es conocida por su vocación de servicio y en Cartagena de Indias su nombre y esbelta figura salió a relucir en 2021 porque representó por azares del destino al barrio Flor del Campo en el Reinando Popular de la Independencia, donde mostró sus dotes de modelo y bailarina.

Fue elegida como primera princesa, desde allí también realiza labores sociales, llevando ayuda a los más necesitados pero a pesar de este paso, su mente siempre ha estado enfocada en un solo objetivo; ser Policía.

Señala que quizás no se esforzó mucho por ser la reina popular, “tenía todas las condiciones para ganar pero siento que realmente yo estaba más enfocada en mi sueño y bueno decido cambiar los tacones por las botas”

Nació en 1988 en una familia muy humilde donde le tocaba ayudar en labores de casa, vendía empanadas, deditos y galletas de limón con sus hermanos para ganarse el pan de cada día, caminaba largos trayectos para recoger leña y plátano. Asegura que pese a las adversidades, siempre ha sido feliz y más cuando le puede tender la mano quien la necesita.

En el colegio se destacaba siempre en los primeros lugares. Lleva siete meses como auxiliar de Policía, pero desde temprana edad ya pertenecía a la cívica. Hoy con orgullo luce el uniforme verde de una Institución a la que aprendió a querer desde muy pequeña.

“Mis padres sacan pecho cuando me ven así vestida de Policía comenzando un sueño, se sienten felices y orgullosos, por momento no se la creen y aquí estoy luchando para alcanzar otro peldaño en esta bonita Institución y donde puedo decir que conseguí una segunda familia”, dice la esbelta morena de 1.74 de estatura quien con su porte de reina hace ver mejor el insigne uniforme policial.

Recuerda que lo primero que aprendió en la Escuela de Policías fue la Oración Patria, la oración del Policía y luego el código de ética. Los pocos recursos que le dan en la Policía como auxiliar, los guarda en una alcancía porque quiere reunir para pagar su carrera.

Uno de los momentos especiales que ha tenido en la Institución fue el día que le entregaron el uniforme y su arma de dotación, la cual dice por fortuna solo ha disparado en ejercicios de polígono donde le va bien en puntería, esa misma que quiere tener para lograr que los más necesitados tengan un mejor bienestar.