No hay liderazgo sin servicio y de eso se trata la buena política: de servir.
Para las mujeres no es fácil trasegar en el ámbito de lo político. Yo, por más de 30 años he sido funcionaria pública en diversos sectores y áreas de la ciudad defendiendo los derechos de los más vulnerables. Me atreví a aspirar a ser Concejal de nuestro distrito porque quiero terminar los días que me restan de vida sirviéndole a mi ciudad, a mi gente. Creería que la Luz Marina hoy no tiene nada que perder pero sí mucho que aportarle a la sociedad. Soy Trabajadora Social de profesión y me enorgullezco de serlo porque soy una convencida que los sueños también se cumplen y aquí estoy haciendo uno de muchos realidad.
Gracias por permitirme estar hoy aquí, recibiendo este reconocimiento.