Propósitos de año nuevo

Por: Germán Danilo Hernández

El 2024 termina con balances de satisfacciones, logros, frustraciones o desesperanzas, dependiendo de las experiencias y circunstancias individuales y colectivas de quienes los realizan, pero con el denominador común de mejores expectativas para el nuevo año.

Independientemente de los agüeros, predicciones, señales astrológicas, o consideraciones de fe, a los que acuden muchas personas en este último día del año para definir  los rumbos del venidero, estos  dependerán de múltiples factores, incluyendo  los compromisos y actitudes que orienten los nuevos desafíos.

Los listados de deseos, que van desde ganar o perder algunos kilos de peso en el gimnasio, mejorar las condiciones de salud, acceder a un buen cargo laboral, realizar el viaje anhelado, conseguir la casa o el carro soñados,  obtener un título académico, hasta lograr fama y fortuna, demandan mucho más que su formulación escrita o mental para hacerlos realidad.

Por ello algunos entendidos en el comportamiento humano sugieren que en simultánea con la manifestación de deseos al ingerir las uvas de media noche, o de dar la vuelta a la manzana con maletas, se debe también elaborar  un listado paralelo  de compromisos sobre las acciones a desarrollar para convertirlos en realidad, que incluya revisión y reflexiones sobre lo que somos, como actuamos y que estamos dispuestos a cambiar para mejorar y obtener resultados más efectivos en nuestros propósitos de vida.

Quienes están convencidos de que las adversidades son exclusivamente generadas por factores externos o que las responsabilidades de lo que no funciona bien, competen a otros, tendrán menos probabilidades de evidenciar transformaciones que aquellos que realizan análisis internos y aplican medidas auto correctivas.

De igual manera ocurre en el plano colectivo; el panorama político económico y social a nivel universal nacional, regional y local, muestra negros nubarrones, que para algunos pueden  resultar catastróficos, pero otros prefieren identificar los espacios despejados para seguir transitando hacia el futuro con optimismo.

En nuestra realidad cercana, marcada por la polarización política y la confrontación ideológica y física con tintes de irracionalidad, las cábalas de año nuevo no son alentadoras, pero si a ello se anteponen propósitos colectivos de armonía, integración y construcción de nuevas realidades, encontrando coincidencias en medio de las diferencias, las esperanzas de bienestar tendrían más espacios.

Ante las prevenciones generalizadas, cualquier asomo de consejos para actuar de manera individual o colectiva en el año nuevo, puede encontrar barreras, por lo que muchos prefieren  interiorizarlos, asumirlos y ejecutarlos en el día a día con discreción.

En lo que me corresponde no daré consejos, pero si asumo sin ambages que entre los propósitos de vida seguiré privilegiando la búsqueda de armonía,  tolerancia y de puntos de coincidencia con los otros y con ello alcanzar mayores niveles de sosiego y bienestar a nivel individual, familiar y social.

Agradezco a mis lectores por compartir o controvertir mis opiniones durante otro año; deseo que identifiquen sus mejores propósitos, y  que soportados en estos avancen en la conquista de sus sueños. ¡Feliz y constructivo 2025!

*Escritor y asesor en comunicación estratégica.