Tragedia en Blas de Lezo: Tres años en el olvido y la indiferencia
27 abril 2020
Mototaxistas piden al Distrito reactivar ayudas humanitarias
27 abril 2020

¿Puede existir el Covid-19 en aguas residuales y recreativas?

Compártelo:

A inicios de marzo fue encontrado material genético con Coronavirus en una planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad holandesa de Amersfoort. Catedrática de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito advierte sobre los riesgos inminentes con estas aguas.

El tratamiento de las aguas residuales en las ciudades puede convertirse en el sistema de alerta temprana más efectivo para detectar la presencia o el resurgimiento del Coronavirus en un centro poblado, debido a que la enfermedad deja un rastro genético durante 20 días en el cuerpo de los infectados, que lo expelen a través de las heces y otras secreciones.

En una declaración dada a Bloomberg, Gertjan Medema, director de microbiología del Instituto de Investigación del Agua KWR en Nieuwegein, asegura que «es importante recopilar información para los trabajadores de las plantas de tratamiento, pero también para vigilarlas y evitar su propagación por alcantarillas».

Dado que muchas personas no serán analizadas para saber si tienen o no coronavirus, más de una docena de grupos de investigación en todo el mundo han comenzado a analizar las aguas residuales para el nuevo coronavirus como una forma de estimar el número total de infecciones en una comunidad. Las investigaciones pueden ayudar a detectar el coronavirus si regresa a las comunidades, pues ya los científicos han encontrado rastros del virus en los Países Bajos, los Estados Unidos y Suecia.

No sobra ninguna medida

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que “no hay evidencia a la fecha de que el virus COVID-19 haya sido transmitido mediante los sistemas de alcantarillado, con o sin tratamiento de aguas residuales”.

Y aunque la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha asegurado que beber agua potable es seguro, incluso directamente del grifo, y los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de ese país afirman que no existe evidencia de que la enfermedad pueda propagarse por el uso de piscinas o jacuzzis, sí es necesario mantener al máximo las prevenciones en estos lugares, por su carácter público.

Para los CDC, el funcionamiento, mantenimiento y desinfección adecuados, con agentes como cloro y bromo en las piscinas y jacuzzis, debería eliminar o inactivar el virus que causa COVID-19 No obstante, tanto los adultos como los niños, en las reuniones privadas o públicas de la piscina, deben mantener prácticas de «distanciamiento social», en particular alejándose de las personas que tosen y estornudan.

Cuidado en las piscinas en Semana Santa

“En plena época de Semana Santa, en la que las personas aún pasan por alto las advertencias de la cuarentena, es importante que se limite el uso de aguas recreativas privadas en grupos por la pandemia COVID-19, debido a los extremos cuidados y el uso de desinfectantes que se requieren para otros asuntos más esenciales”, asegura Yuly Andrea Sánchez Londoño, catedrática de Ingeniería Civil de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito.

En Colombia, la mayoría de los centros recreativos públicos permanecen cerrados por el bien general, sin embargo, para el Gobierno Nacional es casi imposible controlar el uso de espacios más pequeños como las piscinas privadas o de unidades residenciales. “Por eso es importante que en estas aguas se realice un control debido al contacto directo dérmico de manos, boca, ojos y nariz”, dice la Especialista en Saneamiento Ambiental.

De igual forma, el doctor Édgar Eduardo Quiñones Bolaños, Director del Doctorado en Ingeniería de la Universidad de Cartagena comenta que, para prevenir el contagio del Coronavirus en la ciudad amurallada, una de las más turísticas del país, desde el 11 de marzo el alcalde William Dau suspendió todas las actividades marítimas y prohibió la utilización de las playas para uso recreativo.

La Secretaría de Hábitat y Vivienda de Cundinamarca, por ejemplo, publicó una guía con las medidas que deben implementar administradores, personal y residentes de los conjuntos residenciales y urbanizaciones para la contención del COVID-19. Una de ellas restringe el uso de las piscinas en conjuntos cerrados.

Quiñones Bolaños, doctor en Saneamiento Ambiental de University Of Guelph
quien como Director de Posgrados en el Caribe colombiano, mantiene una estrecha relación de trabajo investigativo con la Escuela, asegura que solo con medidas como las adoptadas por algunas administraciones locales, se logrará frenar el contagio en espacios abiertos y recreativos.

Cuidado en las aguas residuales

“Las personas que trabajan con aguas residuales también deben evitar el contacto directo con ellas, así como deben extremar las medidas de autocuidado para no ingerir, tragar y/o respirar el rocío o la niebla que producen”, dice la ingeniera Sánchez Londoño.

Todos, sin excepción, siempre que exista la posibilidad de contacto con el líquido, deben usar equipo de protección personal, incluyendo ropa, guantes, botas, gafas de seguridad, una máscara facial y/o una máscara de respirador, recomiendan los académicos.

Además, el personal en las plantas de tratamiento de aguas residuales debe mantener una buena higiene de manos: no tocar sus ojos, nariz o boca antes de aseárselas, lavarse las manos antes de comer y después de cada visita al baño y usar la parte interna del codo para cubrir eventuales estornudos o tos.

RECUADRO

Precaución al máximo

Muchas personas, en medio del aislamiento por la pandemia, permanecen en centros recreativos privados y por ello, si se está realizando el uso de piscinas, spas, duchas y toallas, se deben tener los siguientes cuidados, como lo indica la catedrática Sánchez Londoño, quien publicó el libro “Guía para el manejo y control de la calidad del agua en piscinas de uso público”.

  • Limitar el factor de uso de la piscina a máximo 5 personas.

  • Mantener el distanciamiento mínimo de 2 metros.

  • Realizar desinfección permanente de las instalaciones.

  • Garantizar un cloro residual en la piscina de 1 a 3 mg/L.

  • Usar los vestieres y baños solo una persona, respetando el distanciamiento.

  • Desinfección de elementos de piscina.

  • Uso de gorro de baño.

  • Uso propio de toalla, vestido de baño y cepillo para el cabello.

  • En la medida de lo posible ducharse en su casa.

Compártelo: