A prisión patrullero cartagenero por feminicidio de su compañera sentimental
28 diciembre 2023Liberan al joven momposino Julián Alandete Rangel
28 diciembre 2023
Por: Oscar Borja
No es mentira ni un invento del día de los santos inocentes, que el Alcalde de Cartagena William Dau Chamat, durante su periodo de mandato se comportó de manera excéntrica y anormal casi desquiciada.
Lo que comenzó como un movimiento de salvemos a Cartagena de los llamados malandrines, terminó con un deterioro general de la ciudad, las calles en mal estado, el centro histórico casi destruido y algunas de sus plazas convertidas en lugares donde se ofrece los servicios de prostitución.
La inseguridad atemoriza a los residentes de todos los barrios de la heroica Cartagena, mientras las balas de los sicarios a diario incrementan el número de homicidio selectivos que ocurren hasta dos o tres veces en el mismo día.
La pobreza aumenta sin control, la mendicidad y los habitantes de calles, ocupan los andenes de la matuna, del playón de chambacú y de lugares que se encuentran a pocos minutos de la sede de la alcaldía. En general, los sitios más emblemáticos por su historia y por ser considerados monumentos de interés cultural de la humanidad están siendo rodeados de un entorno de miseria y de abandono, que producen tristeza, todo esto gracias a la ingobernabilidad de la ciudad, a la falta de autoridad y elucubraciones de quien termina su periodo de gobierno el 31 de diciembre de 2023 a las 12 de la noche.
Hasta el edificio de la plaza de la aduana, sede y palacio de gobierno distrital, anda por estos días con la teja corrida, como desde hace cuatro años lo ha demostrado quien ocupo la silla de alcalde. El populismo y la chabacanería que le imprimió a su seudomovimiento de salvemos a Cartagena, nos impidió ver que su problema es que se le había corrido la teja.