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Un exitoso comienzo tuvo el Festival del Pastel cartagenero, al acumular durante el fin de semana ventas de más de 5.000 unidades, que fueron devoradas por propios y visitantes, que acudieron masivamente al Parque del Centenario en el Centro Histórico de Cartagena.
El evento beneficia directamente a 60 familias e indirectamente al menos 350 personas entre ayudantes, meseros y gente que atiende.
De acuerdo a las informaciones conocidas por Mundo Noticias, en el primer día del evento, el viernes, más de 2.500 personas se dieron cita en el festival y se vendieron unos 2.200 pasteles y los días sábado y domingo, lo visitaron unas 3.000 personas.
El Festival combina la gastronomía local, con música, artistas en vivo, un animador recordando constantemente los cuidados y las precauciones de bioseguridad, miles de comensales satisfechos, turistas, locales, 30 cocineras y cocineros ofreciendo sus productos en 15 carpas, decenas de meseros y meseras que caminaban de prisa de un lado a otro con tres o cuatro pasteles en sus manos atendiendo a sus clientes, es parte del balance del fin de semana.
Saia Vergara Jaime, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, celebraóel inicio del Festival del Pastel con cifras optimistas y con el ambiente positivo alrededor de un evento que cobra más fuerza y fortalece no solo la culinaria local sino el emprendimiento de 30 personas, a sus familias y a las familias de cada uno de los ayudantes de cada participante.
“Es una cadena donde gana la ciudad y el sentido de pertenencia sobre uno de los patrimonios de Cartagena, su cocina tradicional”, afirma.
La jornada del primer día empezó desde las diez de la mañana y el flujo de visitantes, locales y turistas fue creciendo hasta llegar el mediodía. A esa hora no había espacio suficiente, todos querían aprovechar los pasteles para el almuerzo; el pico de clientes colapsó las mesas; los cocineros y cocineras ya estaban preparados, el momento no los cogió de sorpresa. Cientos de pasteles se servían, como si el mundo se fuera a acabar. La hora del almuerzo pasó y la tranquilidad no llegó. Todo siguió fluyendo, hasta cuando hubo un poco de calma que fue aprovechado por los participantes para prepararse para la noche. Ya sabían que más tarde volvía otra ola de ansiosos comensales.
Familias enteras, parejas y solitarios a las seis de la tarde empezaron a llenar nuevamente el Parque del Centenario; el ambiente no solo lo hacía el olor a pastel y los visitantes, sino los artistas en vivo que hacen parte de la convocatoria Artes en movimiento del Ministerio de Cultura y el IPCC, el cual busca promover espacios de circulación para nuestros artistas locales, y que gracias a la sinergia entre IPCC y Apoyo Logístico han retomado el Parque como escenario de reactivación cultural.
La noche se inició con la tradicional y veterana agrupación folclórica Kalamary, que no solo ayudó a despertar el apetito sino que prendió el ambiente. Después, llegó al escenario del Parque, Kalov Dance, con una demostración de baile urbano, folclórico, mapalé, salsa y de champeta. La alegría de su espectáculo se cruzaba con los olores a pastel, de los meseros y meseras llevando pasteles de un lado a otro, los aseadores recogiendo al instante la basura, y espontáneas bailando. A esa hora, ya algunas mesas habían acabado la existencia de pasteles para ese día. La jornada de artistas la cerró Montezuma, una puesta en escena que clausuró con broche de oro la actuación de los artistas en vivo. A medida que las horas se sumaban los pasteles fueron desapareciendo pero no las personas que seguían disfrutando del primer día del Festival del Pastel Cartagenero.
La empresa Mega Tienda entregó dotación de aceite y arroz a los 30 participantes así como gorras, delantales y suéteres.
