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«Insto a todas las entidades involucradas a asumir sus competencias con seriedad y a actuar de manera inmediata. No se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones efectivas para mantener nuestra ciudad limpia y saludable», aseguró la concejal Luz Marina Paria en su intervención en el debate sobre la crisis del aseo en Cartagena.
La cabildante dijo que continuará insistiendo y exigiendo resultados. Seguiremos vigilantes y comprometidos con este objetivo. Exhorto a las empresas prestadoras de servicios de recolección de basuras a innovar y adoptar nuevas tecnologías que puedan mejorar la eficacia de sus operaciones».
El pronunciamiento lo hizo en el marco del debate de control político a las empresas Pacararibe, Veolia e Ingeaseo, el cual tenía como objetivo evaluar la gestión y efectividad de estas entidades en la prestación del servicio de recolección de basuras en nuestra ciudad.
Durante la sesión, manifestó su profunda preocupación y las dudas que surgieron a partir de los informes presentados por cada una de estas entidades. A pesar de que los informes indicaban que las operaciones se están llevando a cabo de manera adecuada, la realidad en nuestras calles refleja lo contrario. La ciudad sigue estando sucia, y es fundamental entender las razones detrás de esta discrepancia.
«No podemos simplemente atribuir la responsabilidad de la basura en las calles a los ciudadanos mal educados que no disponen correctamente de sus desechos. Es necesario que las empresas prestadoras de servicio, junto con la Administración, revisen y ajusten sus acciones para garantizar un servicio de recolección de basuras eficiente y efectivo. La teoría de las ventanas rotas, mencionada en el informe de VEOLIA, destaca la importancia de abordar los problemas visibles de manera inmediata para prevenir un deterioro mayor. Sin embargo, debemos pasar de la teoría a la acción concreta», añadió.
Recordó que durante años ha sido funcionaria pública y «sé que a veces creemos que nuestras acciones son infalibles. Sin embargo, debemos tener la humildad de cuestionar y mejorar continuamente nuestros procesos. La basura no discrimina; afecta a todos los estratos sociales y a todas las edades. Los cartageneros tienen derecho a una ciudad limpia, y es nuestra responsabilidad como servidores públicos garantizar que esto se cumpla».
La espera para actualizar planes y resolver problemas es inaceptable. No podemos permitir que la burocracia retrase la implementación de soluciones necesarias. Insto a todas las entidades involucradas a asumir sus competencias con seriedad y a actuar de manera inmediata. No se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones efectivas para mantener nuestra ciudad limpia y saludable.
Las imágenes de basureros y puntos críticos que circulan diariamente en nuestras redes sociales y medios de comunicación son un recordatorio constante de nuestra realidad. No debemos conformarnos con contar los puntos críticos, sino trabajar para eliminarlos. La salud pública y el bienestar de nuestros ciudadanos deben ser nuestra prioridad.
