Bogotá D.C., 28 de marzo de 2021. La fiscalía confirmó hoy el asesinato del investigador del CTI de Manizales, Mario Fernando Herrera Aparicio, quien había sido secuestrado por presuntos disidentes de la exguerrilla de las farc y su cadáver fue hallado con visibles señales de tortura en zona rural de Caloto, Cauca.
El funcionario judicial integraba una comisión de la fiscalía de Manizales y fue secuestrado cuando se desplazaba ente Santander de Quilichao y Corinto, Cauca.
El Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado; su equipo directivo, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y los funcionarios de la entidad rechazan el vil y cobarde asesinato de nuestro compañero Mario Fernando Herrera Aparicio, quien fue secuestrado y posteriormente asesinado por integrantes de un grupo armado ilegal ‘Comando Coordinador de Occidente FARC – EP’, al mando de alias Jhonnier, el día de ayer en el corregimiento El Palo municipio de Caloto (Cauca).
La Fiscalía extiende un mensaje de solidaridad y aliento a la familia de Mario Fernando, un servidor de 36 años, nacido en Contratación (Santander), quien se destacó por su capacidad, determinación y conocimiento en el cumplimiento de la función de investigar estructuras criminales, por más de ocho años dedicados a este servicio.
El Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, llegó a la ciudad de Cali (Valle del Cauca) con el propósito de evaluar las diligencias realizadas, conociendo de primera mano los resultados de los actos urgentes y del análisis de los elementos materiales de prueba. De la información recolectada en estas primeras horas se establece la participación de los integrantes del grupo criminal ‘Dagoberto Ramos’, que hace parte del ‘Comando Coordinador de Occidente’, estructura que cuenta con 15 órdenes de captura vigentes por hechos de homicidios y secuestros. Hoy se le atribuirá su participación en el homicidio de Mario Fernando, investigador del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). Estas capturas serán priorizadas por la fuerza pública y la Policía Nacional.
En compañía de la Vicefiscal General de la Nación, Martha Janeth Mancera, recibió el cuerpo de Mario Fernando y, en medio de una calle de honor que hicieron los funcionarios del CTI, inició el traslado del féretro a Manizales, donde se cumplirán las honras fúnebres.
El trabajo de la Fiscalía continuará en los territorios, de cara a la ciudadanía. Esta acción aleve de la criminalidad no detendrá la labor itinerante y activa que se cumple en todos los rincones del país. En ese sentido, no cesarán los esfuerzos investigativos para dar con los responsables del asesinato de Mario Fernando y lograr una sanción penal ejemplar en su contra.
En memoria de Mario Fernando…
Como un niño en cuerpo de hombre; y en el trabajo, audaz, inteligente, comprometido, con una inigualable vocación de servicio, pero siempre con un gran sentido del humor.
Esta expresión concentra una pequeña parte del cariño y recuerdo que deja entre compañeros y amigos Mario Fernando Herrera Aparicio, técnico investigador de la Seccional de Fiscalías de Caldas.
Un santandereano nacido hace 36 años en Contratación, orgulloso de su tierra y de su labor. Un experto en investigaciones contra estructuras delincuenciales, con resultados positivos en cada misión que asumió con profesionalismo y responsabilidad.
Su trabajo inició en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), donde se destacó por su desempeño y don de gente, durante casi ocho años. Lo decía a viva voz, era un agradecido y bendecido por haber hecho parte de dicha entidad.
Tras la desaparición del DAS pasó a la Fiscalía General de la Nación en 2012. Inicialmente, se vinculó a un grupo investigativo en Chinchiná (Caldas). Los resultados y el conocimiento demostrado sobre grandes estructuras le valieron para que fuera trasladado a Manizales. Fue un líder en operaciones contra el secuestro y la extorsión.
“Mario era una persona alegre, vivaz. Siempre tenía algo gracioso para aportar a una buena conversación”, dice un fiscal que se alegra de haber compartido momentos laborales y personales a su lado.
Su sentido de compañerismo era incansable, estaba presto a ayudar a los demás. “Se sentía orgulloso de su hijo que es más alto que él, y de su pequeña hija, quien era la luz de sus ojos, la niña del papá”, resaltan los investigadores de Caldas, conmovidos por su
pronta partida.
La disciplina, respeto, dedicación, prudencia, lealtad, seriedad y honestidad son virtudes que se repiten al preguntar sobre Mario Fernando.
Ejemplar ser humano, la capacidad de trabajo y la forma en la que encarnó la institucional son el legado que dejó en todos aquellos que compartieron con él, lo amaron y hoy lo exaltan.
Su nombre estará en la inmortalidad.