Un fuerte golpe para el bolsillo de los colombianos llegará a partir de los próximos días, cuando el gobierno nacional comience a aplicar nuevos reajustes en los precios de los combustibles en el país.
De acuerdo la información oficial, se fijarán incrementos en el galón de gasolina y diésel, y finales de año subirán en promedio $1.050 el primero (gasolina) y $900 el segundo (diésel).
El diario El Colombiano aseguró que así las cuentas, al final del noveno mes del año los connacionales terminarán pagando $10.080 por el galón del primero y $9.768 por el galón del segundo. Y en Medellín, los habitantes del área metropolitana que consuman ambos combustibles cancelarán $10.360 por la gasolina corriente y $10.061 por el diésel.
Los incrementos para estos energéticos fueron planteados por el Ministerio de Hacienda en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), cuyo contenido dicta que para este mes de junio y en julio se aplicarían aumentos de $200 en el galón de gasolina corriente.
De igual manera, se establece que para agosto el aumento sería de $250 y en septiembre de $400 por galón.
Por su parte, los ajustes por galón para diésel son de $200 para junio, $200 en julio, $250 en agosto y $250 en septiembre.
Además, el Ministerio de Hacienda plantea incrementos graduales y secuenciales, a partir de septiembre de 2022, de $400 y $250 mensuales para la gasolina corriente y el diésel respectivamente, hasta que se cierren los diferenciales de compensación.
Vale mencionar que según el MFMP los ajustes al alza irán hasta junio de 2024, buscando cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC).
“En todo caso, será potestad de la siguiente administración determinar el ritmo de ajuste a los precios internos de los combustibles líquidos, teniendo la posibilidad de materializar los incrementos propuestos en este capítulo o evaluar sendas alternativas considerando el contexto social y económico del país”, deja en claro uno de los apartes del contenido del Marco Fiscal.
Con los incrementos, el Gobierno busca que el déficit del Fondo decrezca de manera gradual, en la medida que precios domésticos de los combustibles líquidos convergen a los referentes internacionales.
Desde que comenzó la pandemia, y a la fecha, los ajustes al alza en los precios de los dos combustibles líquidos en el país no han sido significactivos, más cuando la cotización internacional del barril de crudo ha aumentado en más del 40%.
Además, el MFMP subraya que para determinar la política de fijación de precios, “la siguiente administración deberá evaluar los efectos de los incrementos en los índices de la cotización, tanto diésel como en gasolina corriente, considerando la coyuntura macroeconómica y social del país, en el marco del cumplimiento de la Regla Fiscal”.
No hay duda que uno de los “chicharrones” que deberá atender el próximo presidente de la República, tan pronto como llegue a la Casa de Nariño, es el incremento mensual en los precios de la gasolina hasta 2024, y que le deja el actual el gobierno.
La medida, que no es un simple capricho, sino una fórmula con la que se busca cubrir en últimas el déficit del FEPC, el cual iba en $14,2 billones hasta marzo pasado, y podría superar los $33,2 billones al cierre del presente año, según analistas.
Sin embargo, el Fondo que ha servido para mitigar la volatilidad de los precios internacionales sobre el precio de los combustibles, le ha dejado al país grandes implicaciones sobre las finanzas públicas.
“A partir del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 se reconoce cada transferencia al Fondo como un gasto fiscal. Es decir, ese saldo a favor de los refinadores e importadores se constituye en una cuenta por pagar del Ejecutivo que, en últimas, funciona como un subsidio a cargo de los contribuyentes”, señala un reporte económico de Bancolombia y Anif.
Foto cortesía: elcolombiano.com