Por: Luis Ojeda
«Padre santo no soy el que va a cantar, eres tú a través de mi» era la costumbre del Joe antes de hacer una presentación. Orarle a Papa Dios. Y esa oración la hizo en su última presentación, el 18 de junio del 2011 en la capital de la República, Bogotá.
Ya son 11 años sin su presencia física , y donde afloran miles y miles de recuerdos. Ese día me fui de la clínica a las 5 a.m. y regresé justo antes de que partiera a la presencia del Señor.
Fue un momento triste y de mucha melancolía, estaba en la puerta de la UCI de la clínica donde estaba recluido semi abierta y me acerqué sigilosamente cuando escuché a la Dra Patricia Pupo decirle a su esposa, «Se nos fue el Joe» no me pude contener, abrí totalmente la puerta e ingresé a la Uci y me dirigí al cubículo donde él estaba, muy cerca una enfermera iniciaba el proceso de desconexión de los aparatos que lo ataba a la cama.
Fue entonces cuando mi estado de ánimo no tuvo control y me lancé a tomarlo entre mis brazos y gritarle «Joe mi hermano no te vayas» y fue tanta la emotividad del momento que intenté despertarlo propinandole dos palmadas en su rostro, con los ojos semi abierto y frío como un témpano de hielo no respondió. Fue cuando el personal médico ingresó y me lo quitó de mis brazos, con mis ojos inundados de lágrimas y con voz entrecortada, le grité «no te vayas mi hermanito».
Fue un momento emotivo y de confusión en la clínica. Ver al Joe derrumbado en una cama no era fácil para mi, mis ojos no daban crédito a lo que sucedía ese martes 26 de julio a las 7:45 am.
El gigante de Ébano, el triunfador en los grandes escenarios del mundo donde tuve el privilegio de presentarlo, el hombre que puso a bailar a Colombia y sus alrededores había partido a la presencia del creador.
Tus canciones, ese legado extenso que cada día se escucha más y que hace más notoria tu ausencia, seguirá vigente en el corazón de tus seguidores y de quienes te amaron de verdad, Verdad.
Por siempre Mulato y Rey sempiterno del carnaval. JOE ARROYO.
Luis Ojeda, fue el presentador oficial de Joe Arroyo, durante muchos años.