Régimen tarifario eléctrico es anacrónico, injusto y debe cambiar: Petro
30 agosto 2023En Asamblea, audiencia sobre Macroproyecto del Canal del Dique
30 agosto 2023
A pesar de que la pandemia aceleró la transformación digital de la banca, el sector aún enfrenta retos importantes para mantener a sus clientes a gusto, facilitar nuevos negocios e incluso atraer y conseguir nuevos clientes. Un informe especial de Nubiral identifica los principales retos de la banca, y las claves para dar el salto digital.
En la era digital es necesario que la banda tradicional se adapte cada vez más rápidamente a un modelo que le permita convertirse en una banca como servicio, apoyado por Big Data,Inteligencia Artificial y herramientas analíticas que les permitan llegar a sus clientes de forma adecuada y oportuna, con propuestas adaptadas a sus necesidades. Así se desprende una de las principales conclusiones de un informe de Nubiral, compañía experta en tecnología, que identifica los desafíos del sector y sus posibilidades.
A pesar de que la transformación digital en la banca tuvo un movimiento importante durante la pandemia, por la presión de que los clientes no pudieran acercarse a las sedes físicas debido a las restricciones y la implementación de estrictos protocolos de bioseguridad, aún hay un largo camino por recorrer en materia de desarrollos tecnológicos para el sector.
“Aun cuando muchos bancos incorporaron nuevas tecnologías y digitalizaron buena parte de sus operaciones, hay muchas más oportunidades de desarrollo, particularmente para modernizar los viejos sistemas legacy y arquitecturas monolíticas a arquitecturas modernas en nube, para lidiar con determinadas regulaciones que obstruyen el despliegue final de la innovación y dar un salto cultural que permita entender que el principal activo de la banca hoy, son los datos” señaló Ignasi Puit, Gerente Regional de Ventas de Nubiral.
Desafíos de la banca tradicional
– Dar el vuelco a las vías digitales, muchos aún siguen manteniendo operaciones tradicionales.
– La renovación generacional será clave. Para 2025 los millennials constituirán aproximadamente el 75% de la fuerza laboral en el mundo según Deloitte. Las generaciones ajenas a lo digital tendrán una representatividad menor en las carteras de clientes.
– Nos enfrentamos a un consumidor empoderado y potenciado por el modelo Fintech. Un cliente que exige agilidad, simpleza y personalización en su relación con el banco.
– Una reorientación hacia el modelo customer centric: cada nuevo producto o servicio debe satisfacer necesidades específicas. Cada nuevo canal debe cubrir una demanda insatisfecha y producir experiencias memorables.
– Resignificar las sucursales, con espacios no sólo amables, sino tiempos de espera breves y servicios de relacionamiento de alto valor agregado, que permitan suprimir los trámites a cero, reducir la burocracia y evitar las filas.
– Desarrollar un viaje para el cliente que abarque los canales físicos y virtuales, a través de la omnicanalidad, donde los clientes puedan completar sus operaciones desde el modelo que más les convenga y mantener una experiencia positiva.
“Los bancos tradicionales necesitan seguir reinventándose y reimaginarse para adaptarse a los tiempos que corren, en especial ante la agilidad y sencillez que ofrecen las Fintech” agregó Puit.
Para lograr dar el salto, es necesario tener claras las herramientas que les permitirán avanzar en este propósito como: trabajar con modelos data driven para extraer el valor de los datos y también para minimizar los riesgos en las evaluaciones crediticias o detectar potenciales fraudes de manera preventiva. Esto sumado a herramientas de analítica, que permitan conocer al cliente a fondo y el uso de Inteligencia Artificial para predecir sus necesidades, será fundamental.
Otras herramientas que pueden usarse para modernizar la banca y llevarla al camino digital, es el uso de tecnologías cognitivas enfocadas en la atención al cliente, impulsadas por Inteligencia Artificial. También la automatización para eliminar tareas repetitivas, obsoletas o de bajo valor agregado.
Por último, la integración con otros bancos o Fintech para ampliar el portafolio de productos y servicios de manera colaborativa.